En las profundidades de las aguas canarias vive un número indefinido de animales misteriosos y desconocidos, entre ellos, el calamar gigante. Por primera vez esta especie ha sido captada en vivo por una cámara de televisión en el otro lado del mundo, frente a las costas de Japón. Pero no hay que ir a mares tan lejanos para buscar a este animal mitológico, causante, según la leyenda, de cientos de naufragios.

En Canarias hasta el momento no se ha divisado ningún calamar gigante en movimiento, pero sí restos de ellos, ya sea flotando en la superficie, en la boca de sus depredadores o dentro de sus estómagos. Precisamente las Islas han sido uno de los lugares elegidos por científicos de todo el mundo para dar con este curioso animal, ya que es uno de los lugares donde más proliferan.

Pese a las expediciones que se han realizado en el Archipiélago y en otras partes de la Península, como Asturias, han sido los japoneses los primeros en filmar a estas criaturas marinas dentro de su hábitat natural.

Ángel Guerra, profesor del Instituto de Investigaciones Marinas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno de los mayores expertos mundiales en este tema, ha venido a Canarias en busca de la preciada criatura. "Como las Islas Canarias son volcánicas hay grandes profundidades en sus proximidades. Además, hay abundancia de comida. Esta es la razón por la que los calderones y cachalotes prenden sobre calamares gigantes con frecuencia. Los mamíferos marinos son los mejores muestreadores de estos colosos marinos", señala Guerra.

El especialista recuerda que hay abundantes registros de calamares gigantes encontrados en estómagos (picos, sobre todo), pero también de calamares mordidos que ascienden a la superficie o de calderones que llevan rejos de calamar todavía en su boca cuando suben de sus inmersiones. Además, bastantes pescadores que van con anzuelos y poteras suelen comentar que "a veces les pican bichos muy grandes y poderosos".

Guerra sostiene que hay muchas referencias de ello en el Archipiélago, especialmente, en el sur de Tenerife.

En este sentido se pronuncia Natacha Aguilar, investigadora docente de la Universidad de La Laguna (ULL). "Se calcula que hay una población de 300 calderones residentes, por lo que debe haber una riqueza marina que permita alimentar a estos grandes depredadores, como son los calamares gigantes", señala la bióloga que recuerda que especies residentes todo el año como las de calderones o cachalotes no son frecuentes en el mundo.

Aguilar, junto a otros investigadores, ha sumergido una cámara entre 200 metros y 800 metros de profundidad en busca del calamar gigante, hasta el momento sin éxito. La última expedición se celebró el pasado año en la isla de El Hierro. "Las dos zonas de España en las que este animal tiene un mayor impacto es en Canarias y Asturias", añade la científica.

La bióloga recuerda que el sur de Tenerife es el único lugar del mundo en el que se ha observado a los calderones alimentándose de calamares. Para ello toman una gran velocidad (cerca de 36 kilómetros por hora), a unos 800 metros de profundidad, por lo que se les ha denominado los guepardos de aguas profundas.

La Expedición Kraken (nombre mitológico del calamar gigante) buscó al animal en diferentes zonas de España con Ángel Guerra a la cabeza, que, pese al triunfo de Japón, conserva la esperanza de poder filmarlo.

"Entre los lugares que elegiríamos para poder grabarlo sería Asturias, pero además las Islas Canarias. Este último lugar tiene la ventaja sobre el primero en que las aguas son más claras y hay mayor visibilidad, el tiempo es bastante mejor y además la biodiversidad de organismos marinos es mayor que en Asturias", manifiesta Guerra que comparte la misma opinión con Ángel F. González, ambos científicos del Instituto de Investigaciones Marinas, además de con Luis Laria, de la Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma) y el biólogo y director de cine Fernando González Sitges, que dirigió el documental En busca del calamar gigante.

Estos especialistas entablaron una rivalidad deportiva en 1995 con estadounidenses, neozelandeses y japoneses en una carrera por filmar a los kraken. Finalmente los japoneses lograron el premio, pero todavía queda mucho por descubrir de estos enormes y misteriosos seres marinos.