Llegados desde todos los puntos de la Isla, estudiantes, profesores y familiares se unieron ayer a la manifestación en contra de los ajustes y reformas educativas que promueve el Gobierno de España. La protesta, en la que participaron varios centenares de personas, tuvo lugar durante la tercera y última jornada de huelga protagonizada por los estudiantes en rechazo a la nueva ley del PP y a las medidas auspiciadas por el Gobierno de Canarias.

Adolfo Ibáñez, de Estudiantes Pre-Parados, dijo, minutos antes del comienzo de la marcha, que cerca de un 70 % del alumnado no ha ido a clase estos días para respaldar y participar en las diferentes acciones de protesta desarrolladas en Gran Canaria. Ibáñez lamentó que las cifras oficiales "no se adecuen a la realidad", ya que, según educación, el seguimiento de la huelga fue del 29 % la primera jornada y del 40 % en la segunda y tercera.

Las palabras más repetidas por los estudiantes sobre la nueva legislación (Lomce) eran "discriminatoria" y "manipuladora" . Para protestar contra la polémica ley los jóvenes llegaron en guagua desde Agüimes, Vecindario o Guía, bajo el lema "La educación no se vende. La educación no tiene precio".

"El recorte de nuestros derechos es brutal. Nos están adoctrinando y reduciendo el espíritu crítico", opinaba Adrián Suárez, de 15 años y estudiante del 1o de Bachillerato del IES Joaquín Artiles de Agüimes. Su amigo Pablo Santana, de 17 años, opinaba lo mismo. "El Gobierno recorta del lugar más importante. España se viene abajo y lo esencial en un momento así es apostar por la educación, por la formación", añadió. Tanausú Curbelo, de 17 años y alumno de 2o Bachillerato del IES Santa María de Guía, denunciaba que la educación ha pasado de ser un derecho a un privilegio. "En vez de facilitar la entrada a la Universidad, cada vez la están complicando más. A veces parece que la única opción es irse a estudiar fuera", criticó el joven.