Las asociaciones de consumidores pusieron esta semana en tela de juicio la efectividad de los controles alimentarios que realiza el Gobierno de Canarias sobre los productos que cada día llegan al Archipiélago desde diferentes puntos del mundo. Las críticas surgen tras la retención el pasado jueves de unas 7.000 hamburguesas congeladas que contenían carne de caballo, pero que se vendían como si fueran de vaca. Un producto que está siendo analizado estos días por las autoridades competentes.

"Estas hamburguesas se requisaron gracias a la alerta del Gobierno de España, si no llega ser por eso, hubieran entrado en el mercado isleño, como lamentablemente sucede con otros productos. Canarias no está realizando las analíticas de muestreo obligatorias, lo que conlleva un riesgo para la población", denuncia Juan Manuel Quesada, de la Unión de Consumidores de Las Palmas (Uconpa).

Quesada recuerda que la finalidad de los análisis alimentarios no es sólo comprobar cuál es la composición de, por ejemplo, la carne que se vende en el Archipiélago, sino determinar su calidad. "Las hamburguesas con carne de caballo no son un riesgo para la salud, son un fraude. Los consumidores tenemos derecho a tener información precisa sobre la comida que adquirimos, según recoge la normativa. El etiquetado tiene que recoger el origen y composición del alimento", añade el secretario general de la organización.

FACUA - Consumidores en Acción comparte la postura de Uconpa y exige aumentar los controles por parte de las autoridades públicas sobre los productos que existen en el mercado. La asociación hace un llamamiento a las comunidades autónomas para que efectúen las inspecciones oportunas y que hagan públicos los controles pertinentes para comprobar si un fraude semejante se puede estar dando con otros artículos, así como para evaluar si es posible que se esté produciendo una vulneración de la seguridad alimentaria.

Sólo unos días antes de la detección de las hamburguesas con carne de caballo en Canarias, la multinacional suiza Nestlé retiró productos de pasta con carne de vacuno en España e Italia, tras desvelarse que contienen trazas de ADN de caballo superiores al uno por ciento. Además, en las últimas semanas se ha descubierto el uso de carne de caballo en lugar de vacuno en comidas preparadas comercializadas en varios estados miembros de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Francia y el Reino Unido, lo que ha dado lugar a la retirada de varios productos. Ante esto FACUA - Consumidores en Acción advierte que el fraude alimentario de la carne de caballo, que está trascendiendo en distintos países europeos, evidencia que el autocontrol empresarial es claramente insuficiente.

Según informó Efe, los estudios realizados por el Grupo Zooprofílico de Turín (Izsto) concluyeron ayer que los productos embargados por la Sanidad italiana a la multinacional alimenticia Nestle no contienen trazas de carne de caballo en su composición.

La multinacional Nestle negó que los productos que vende en Italia contengan carne de caballo después de que decidiese retirar algunos de sus productos en Italia y España por estar bajo sospecha de contener carne con genética procedente de los equinos. "No hay rastros genéticos de equinos en la carne bovina empleada en los productos de nuestra empresa", explicó Nestle que desde el pasado 21 de febrero ha sido objeto del embargo de estos productos sospechosos por parte del Nucleo Antiadulterización y Sanidad (Nas) de Italia.

Finalmente, los análisis realizados por el IZSTO sobre el supuesto componente genético equino en la carne empleada por Nestle dieron negativo por lo que, a partir de este resultado, el Ministerio de Salud anunció que pondrá en circulación los productos embargados.