Quién iba a pensar que cabrían tantas cosas en un perrito caliente. Tomates cherry, papas paja, jalapeños, cebolla caramelizada.... las salchichas de Salinetas Hot Dog son unas promiscuas que comparten el pan con un montón de coloridos amigos y salsas. Perritos de autor llaman los entendidos a estas acuarelas que se comen. ¿No dicen las escuelas de negocios y los sesudos analistas económicos que ahora es el momento de los emprendedores? Pues ahí está José González, guionista, fotógrafo, maestro de las redes sociales e inventor de hot dogs, que crea los suyos rodeado de las reproducciones de cuadros de Roy Lichtenstein y los dibujos de Superman que adornan las paredes del local. Desde Salinetas al mundo a lomos de un pan de bombón.

Lo suyo con la creatividad viene de lejos. Ya cuando era estudiante de filología le tiraba mucho el mundillo audiovisual, por el que acabó decantándose. “Cortos, tele, videoclips, publicidad, escribí incluso una telenovela”, recuerda de aquellos años de ilusionantes proyectos. De forma paralela, él y sus hermanos remozaron un viejo local familiar en la calle Américo Vespucio, de Salinetas, para convertirlo en bar: “Lo abrimos como Tres Anclas, estuvimos cinco años y medio dándole caña, con mucho evento cultural. Tuvimos monologuistas, títeres para adultos, grupos de música y hasta un espectáculo lésbico-sadomasoquista”.

Con estas programaciones trataba de que su aventura hostelera no acabara consumida por el tedio, algo que eventualmente sucedería, pero también mató durante esos años el gusanillo creativo con la fotografía. De entonces es Gran Canaria fotoblog, un blog de fotografía callejera que elabora su álter ego Giuseppe Marroni, heterónimo que se patea las calles en busca de esa instantánea perfecta que condense el mundo en una esquina o en una mirada.

Al final, los hermanos echaron el cierre al bar: “Llega un momento en que terminas hartándote. Claudicamos, dijimos ‘hasta aquí llegamos’ y lo dejamos. Un bar conlleva pernoctar, cerrar a altas horas, entran caballeros y salen chaflamejas, porque la gente se quita la careta con el alcohol”. Esto ocurría hace casi dos años. Se acercaba el verano de 2011 y González buscaba, y no encontraba, financiación para un proyecto de fotografía documental. Tuvo una idea, vender perritos calientes durante los meses estivales en el pequeño local anexo al clausurado Tres Anclas, también de la familia, para conseguir pasta. Y le fue bien. “Pensé aprovechar este rinconcito para emprender y dedicarme a sacar perritos calientes. Me tiré todo ese verano haciendo perritos estándares. El invierno venía bastante jodido y pensé: ‘el reto no está en abrir un verano, esta en levantar un negocio en una zona como esta, que no tiene tradición comercial’. Empecé a darle cancha en redes sociales”, explica.

Las redes sociales se convertirían en un aliado clave de Salinetas Hot Dogs para tratar de franquear esas limitaciones que impone el emplazamiento del negocio. Y tan bien se le ha dado el tema a José González, que un día acabó recibiendo la llamada de responsables de Facebook España, intrigados por el exitoso perfil de ese puesto de perritos calientes situado en una pequeña localidad costera de Gran Canaria, con millones de visitas. “Ya en Tres Anclas llegamos a meter hasta 300 personas pendientes de un monólogo gracias a las redes sociales. Esto es herencia de haber sido webmaster, de ser blogger”, explica.

Junto a la apuesta por las redes sociales llegó el replanteamiento del negocio, que iba a dejar de vender perritos normales y corrientes para inventarse otros con nuevas combinaciones. “Ese octubre pensé que no podía seguir vendiendo el perrito típico tópico, con ketchup, mostaza, alioli y cebolla, porque me iba a dar una depresión. Encontré mi propia línea para montar los hot dogs. Así surgieron todas estas historias. Yo ya usaba el soplete para gratinar, y siempre había querido hacer el perrito de chile con carne, que es el típico americano, pero me echaba para atrás. Lo hice y me puse a buscar otros distintos”, añade.

Con estas ideas, echó a andar el renovado proyecto, que se fue creciendo gracias a las redes sociales, aunque no a una en concreto porque González trabaja varias. “En Facebook tenemos 16.000 seguidores, en Twitter vamos camino de los 2.000, en Instagram, que es una red social que cuesta y hay que currársela, nos acercamos a los 1.000. También tenemos perfil en Pinterest, en Tuenti y en Google+. Procuro estar en todas las redes en las que considero que puede hallarse un público objetivo, aunque evidentemente, no en todas se habla de la misma manera. Pueden coincidir usuarios, pero por ejemplo tuenti, que tiene mucho adolescente con las hormonas revolucionadas, requiere un tono distinto a otra con más adultos”.

José tardo en darse cuenta de que sus perritos se estaban convirtiendo en un fenómeno. “Me di cuenta tarde, el 11 de diciembre de 2012. Porque ese día celebré los 10.000 integrantes en mi página de Facebook. Hasta entonces me lo tomaba como un juego”.

Esta semana el negocio amplía dependencias y se hace con el local de al lado, el que correspondía a Tres Anclas, de forma que se convierte en un restaurante de comida rápida. Pero el ingenio sigue pariendo ideas. Ya está listo un rap que será la sintonía de Salinetas Hot Dogs, en torno al estribillo “papas pajas” y otras iniciativas que de momento están aún tomando forma.

González cree que sus campañas han tenido éxito porque están respaldadas por un producto. “Nunca hemos caído en publicidad engañosa. Lo que publicamos es lo que hacemos. Si eres honesto con lo que estás publicitando, podrás errar, pero lo harás de buena fe. Siempre es mejor que ir de espabilado, porque de espabilado te cogen el vuelo a la primera”.

La fama del negocio va a más. Ya vienen turistas del sur a probar los célebres perritos. Y ya le han ofrecido franquiciarse, opción que rechaza. “Lo de los perritos es muy peludo, si franquicias el negocio no puedes controlar la calidad de lo que están sirviendo en cada restaurante”. Pues eso, de momento, el que los quiera probar, a Américo Vespucio, en Salinetas.