Los atentados de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York (EE UU) impulsó un cambio radical en materia de seguridad que ha salpicado todos los rincones del mundo, incluido el mar, dando pie a avances tecnológicos sin precedentes. Este es el caso del Sistema de Identificación Automática (AIS) para el control del tráfico marítimo, que ha incrementado de forma considerable la seguridad y eficacia en la navegación.

Se trata de un sistema de transmisión electrónica VHF, que no sólo permite la detección y seguimiento de buques en tiempo real, ya sea desde otros buques, aeronaves o estaciones costeras, sino que detalla al momento la identificación de cada embarcación, aportando un amplio abanico de información, según afirmó el jefe del Centro de Control de Salvamento Marítimo de Las Palmas Roberto Basterreche.

"El AIS es un transpondedor que transmite y a su vez recibe, una señal radio de banda VHF en la cual aporta tres tipos de información: una inherente al barco (nombre, número de identificación, tipo de barco, eslora...); la información que introduce la embarcación sobre los datos de cada viaje (puerto de procedencia, destino...); y la relativa a los sensores del barco, es decir, el GPS que dará la posición y la velocidad, el rumbo..."

Para Basterreche, este sistema se ha convertido en un importante complemento de los sistemas de ayuda a la navegación existentes en la actualidad (radar, GPS), con el añadido de que los datos recibidos vía AIS mejoran la información de que disponen los oficiales de guardia en el puente de gobierno del barco y de los controladores de los servicios de tráfico de buques, toda vez que la hace más segura, ya que una vez configurada correctamente, la unidad AIS de a bordo transmite determinada información sin intervención manual de la tripulación del buque.

"Ha sido un cambio radical, el AIS constituye uno de los grandes avances para el seguimiento del tráfico, y en seguridad, desde el punto de vista de la coordinación de las emergencias. Ahora, si ocurre una emergencia en un punto concreto del mar, sabemos en el momento qué barcos hay en la zona, aspecto que antes no sabíamos, por lo que podemos dirigir un barco directamente a esa posición, para que acuda inmediatamente".

El sistema se basa en un dispositivo instalado a bordo de los buques que transmite información (nombre, pabellón, tipo de buque, eslora, tipo de carga, puerto de destino, rumbo, velocidad, hora estimada de llegada...); que facilita su identificación a otros barcos (debidamente equipados) existentes en la zona y a estaciones situadas en tierra. Tiene, por tanto, dos funciones claras: anticolisión (abordajes, abarrancamientos) y seguimiento o control del tráfico marítimo.

"El sistema nos indica la situación de los barcos, su rumbo, hacia donde se dirigen. Antes no teníamos esa posibilidad, estábamos ciegos en este sentido y no disponíamos de un radar que pudiese controlar eso. Desde ese punto de vista todo lo que sea el seguimiento de las zonas costeras, o zonas marítimas de especial sensibilidad que está ahora implantada en Canarias ha supuesto un gran avance, porque tenemos posibilidad de controlar o seguir un barco y si vemos que se aproxima mucho o está parado podemos actuar en consecuencia".

El Sistema AIS se implantó en 2004, aunque no es obligatorio, de momento, para las embarcaciones pequeñas y de recreo.

Fue aprobado por la Organización Marítima Internacional en 2002 con un calendario de implementación en función de las características de la embarcación, y comenzó a ser operativo el 31 de diciembre de 2004. A partir de 2007 el estándar AIS era obligatorio para los buques adheridos al Convenio SOLAS (tratado internacional sobre la seguridad de los buques), con arqueo bruto superior a 500 TRB (toneladas de registro bruto), buques en viajes internacionales con más de 300 TRB; y para todos los buques de pasaje, independientemente de su tamaño. En 2009 se añadió la obligatoriedad para los barcos de pesca, de eslora total superior o igual a 24 metros e inferior a 45 metros. En el caso de los buques de 18 y 24 metros, deberán introducir el sistema antes del 31 de mayo del presente años; y para los pesqueros de eslora menor a 18 metros, tienen de plazo hasta mayo de 2014.

Las embarcaciones de recreo no están sujetas a esta obligatoriedad, aunque las autoridades marítimas aconsejan su uso. "En yates es muy importante, porque con el AIS tienen más presencia en la pantalla. Con mal tiempo, un buque mercante podría no detectar un yate, por ejemplo con el radar, mientras que a través del AIS no sólo se ve con más calidad, sino que obtiene todas las características de la embarcación y, en consecuencia, puede maniobrar con tiempo y evitar una situación de riesgo", afirmó el jefe del Centro de Control de Salvamento Marítimo de Las Palmas.

Otra de las ventajas que tiene esta tecnología es su capacidad para innovar, dado que están surgiendo nuevos dispositivos de seguridad relacionados con el AIS, "como en el caso de caídas de hombres al agua, que saltaría una señal en el AIS y se podría tener la localización exacta en el momento".

Salvamento Marítimo dispone en Canarias de una red de antenas de gran alcance, que capta la señal y la lleva a las pantallas de los ordenadores del centro de control. "Nosotros trabajamos combinando el radar y el AIS, se superponen ambas señales para que coincidan y así poder identificar un barco, en el caso de que no tenga o el equipo AIS sufra una avería".

Sobre el futuro, Roberto Basterreche apuntó que el objetivo tecnológico en Seguridad Marítima es lograr, a través de la señal AIS, una cobertura global y lo más fiable posible. "Que no dependa de que alguien lo quiera o no apagar. Se intenta que sea totalmente obligatorio, sin excepciones".