Alrededor de 35 estudiantes del grado, licenciatura y máster de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria tendrán la oportunidad de iniciarse en el estudio del océano a través del buque científico de última generación Ramón Margalef, propiedad del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

La embarcación, dotada con la última tecnología para la investigación oceanográfica, inició ayer en Gran Canaria un plan de prácticas de la Facultad de Ciencias del Mar de la ULPGC, de diez días de duración, tras culminar el pasado día 5 en El Hierro la primera fase de la campaña Vulcano, encargada de evaluar el impacto del proceso eruptivo herreño sobre el ecosistema marino.

Desde el 9 de abril y hasta el día 18, se llevarán a cabo salidas diarias desde el Muelle Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria para el desarrollo de las citadas prácticas universitarias, organizadas por el decano de la Facultad Melchor González Dávila, y a cargo de investigadores de alto nivel en el campo de la Oceanografía tanto por parte de la ULPGC como del Instituto Español de Oceanografía, entre los que figuran los catedráticos de la ULPGC Magdalena Santana, Javier Arístegui y Santiago Hernández, entre otros, junto al investigador principal de la campaña Vulcano Eugenio Fraile.

Del 9 al 12 las prácticas se harán con alumnos de tercer curso del grado; del 13 al 15 con estudiantes del Máster en Oceanografía; y del 16 al 18 con alumnos de quinto curso de la licenciatura en Ciencias del Mar.

"Empezamos con alumnos del tercer año del grado de Ciencias del Mar, que tienen en el segundo semestre las asignaturas de Oceanografía Física, Oceanografía Química y Oceanografía Biológica. Hemos unido las prácticas de las tres materias, y se llevarán a cabo durante dos días en la zona sur de Gran Canaria, desde Juan Grande hacia Arguineguín", informó el catedrático González Dávila.

El decano e investigador hizo hincapié en la oportunidad que les brinda el Ramón Margalef a los estudiantes. "Siempre, todos los años, se hacen las prácticas con los alumnos, en barcos que reúnen condiciones pero no son barcos oceanográficos de la talla del Ramón Margalef que cuenta con el mejor equipamiento científico. Hemos conseguido que el IEO, tras la campaña Vulcano en El Hierro, nos diera 10 días de utilización del barco, y esto es una gran oportunidad para nuestros alumnos. La idea es intentar que cada vez que la embarcación del Instituto Oceanográfico venga a Canarias pueda organizar estas prácticas".

Entre los trabajos que se desarrollarán durante estos diez días figuran desde el análisis de oxígeno y pH, alcalinidad y carbono inorgánico total disuelto en la columna de agua, hasta la toma de muestras para la determinación de materia orgánica, carbono orgánico disuelto total y refractario, carbono y nitrógeno orgánico particulado, clorofilas y partículas exopoliméricas transparentes; así como la realización de pescas verticales para el estudio de la abundancia y biomasa del mesozooplancton...

En las diferentes estaciones hidrográficas se registrará de modo continuo temperatura, salinidad, presión y fluorescencia, y además se tomaran muestras en 24 profundidades para el análisis de nutrientes, O2 (Oxígeno diatómico), salinidad, alcalinidad, CO2, pH y carbono inorgánico disuelto; además de pigmentos fotosintéticos. También se recogerán muestras del máximo de clorofila profundo para el estudio de la biodiversidad de organismos autótrofos. "En definitiva, vamos a mostrarle a los alumnos como se trabaja y se vive en una campaña oceanográfica, y para ello contamos con la colaboración de investigadores del Instituto Español de Oceanografía, como es el caso del doctor Eugenio Fraile que lidera el proyecto Vulcano, y que se va a encargar de la parte física", afirmó la profesora Santana.

Entre otras cosas, aprenderán el manejo de una roseta de 24 botellas y sensores de oxígeno y fluorescencia. "Se les explicarán como funcionan todos los sensores, como trabajan, que información suministran. Las botellas de muestreos van abiertas hacia el fondo y van registrando todos los parámetros de temperatura, salinidad, fluorescencia.... Se seleccionan las profundidades donde interesan muestrear, y desde el barco, a través de un cable conductor, se envía una señal eléctrica que cierra las botellas a la profundidad elegida. Cuando lleguen a bordo, los alumnos tomarán muestras de cada una de las botellas".

El paso siguiente será el análisis químico del muestreo de gases, oxígeno, CO2, alcalinidad, carbono inorgánico, pH... Finalmente continuarán con el muestreo de la clorofila, se tomarán muestras de zooplancton a través de unas redes específicas, según detalló la investigadora Magdalena Santana, "porque de lo que se trata es de trabajar en conjunto, y contar con un barco de estas características es esencial para hacer Oceanografía ya que va a permitir utilizar una serie de sistemas que no existen en otros barcos, como es el instrumental para analizar la alcalinidad y el carbono inorgánico disuelto; o la roseta".

Otro de los investigadores de la ULPGC que participó en la salida de ayer es Javier Arístegui, catedrático de Ecología y especialista en Oceanografía Biológica. "Vamos a avanzar hacia el sur de la Isla, hacia la zona de Maspalomas, porque la isla produce una perturbación a la corriente de Canarias y unas estructuras oceanográficas muy interesantes, procesos de hundimiento y ascenso de masas de agua, que se convierten en un laboratorio vivo perfecto para estudiar procesos oceanográficos que tenemos aquí cerca, en Gran Canaria".

Arístegui indicó que estas prácticas se viene desarrollando en la Facultad de Ciencias del Mar desde hace más de dos décadas. "Son fascinantes para los alumnos, porque en un corto espacio pueden ver mucha variabilidad a nivel de estructuras de las comunidades planctónicas, de como se asocian hundimientos de masas de agua, de ascenso de aguas con mas nutrientes, de acumulación de materia orgánica, incluso hay poblaciones de fitoplancton que están en el sur que no se dan en el resto de las islas por la estratificación de las aguas. Llevamos 25 años de prácticas, pero nunca en un barco como este, de nueva generación".