El Hospital Insular aplica una técnica pionera para corregir las deformidades en las costillas. Con una cirugía mínimamente invasiva y a través de dos pequeñas incisiones, los cirujanos reparan el esternón hundido (pectus exca- vatum) y el esternón elevado (pectus carinatum). Se trata de una dolencia que sufren los niños y adolescentes debido a un crecimiento anormal de las costillas que origina una situación inusual del esternón.

Esta deformidad lleva aparejada sólo síntomas leves, pero causa un grave deterioro de la autoestima. "Los jóvenes no se atreven a ir a la playa, ni al gimnasio y sufren problemas psicológicos", explica el médico José Ramón Cano.

Hasta el momento el Servicio de Cirugía Torácica del Insular ha intervenido desde el año 2010 a 15 jóvenes con esta técnica mínimamente invasiva mediante videotoracoscopia que sólo se aplica en este centro hospitalario canario. Al no ser una dolencia con mucha incidencia (un niño de cada 5.000) pasará aún algún tiempo hasta llegar a una cifra de operaciones significativa.

Los dos tipos de deformidades se consiguen corregir colocando una barra de acero quirúrgico a través de una mínima incisión en la areola si es varón o debajo de la mama si es mujer. La barra se coloca delante o detrás del esternón dependiendo si se trata de un esternón hundido o elevado, respectivamente.

La incisión es de apenas dos centímetros de longitud y la intervención dura una hora y 45 minutos. Con el método tradicional la incisión era de 15 centímetros, por lo que la técnica trae acompañada menos complicaciones, una mejora estética, una estancia hospitalaria más corta y una reincorporación más temprana.

"Antes la intervención era muy agresiva, con grandes heridas, mucho dolor e ingresos hospitalarios muy largos de entre 10 y 15 días. Con nuestra técnica son suficientes cuatro días de recuperación, a las dos semanas ya se puede ha-cer una vida normal y a los seis meses actividad deportiva", seña-la el médico David Pérez Alonso, miembro del Servicio de Cirugía Torácica.

Los especialistas indican que con este método se consigue disminuir la fuerza tensional ejercida por la barra de acero quirúrgico sobre el esternón y con ello disminuye el dolor posoperatorio y minimiza la limitación de movimientos del paciente.

Lo aconsejable, según los médicos del Insular, es realizar esta operación cuando el paciente tiene más de 14 años, aunque reconocen que hay disparidad de criterios al respecto, ya que hay cirujanos pediátricos que intervienen a niños con 10 años. "Nosotros hemos intervenido a pacientes de más de 30 años, pero hay que tener en cuenta que mientras más joven es el tórax es más elástico, por lo que es más favorable, pero si se opera siendo extremadamente pequeño es probable que se siga deformando después", añade Pérez Alonso.

Para comunicar esta novedosa técnica, el Servicio de Cirugía Torácica realizará entre hoy y mañana varias intervenciones en directo dirigidas a los cirujanos.