“La esperanza es lo último que se pierde, pero no pinta bien la cosa”. Así califica Manu Brabo, zaragozano de nacimiento y gijonés de adopción, la realidad que vive Siria. La misma que reflejó con sus instantáneas formando parte del equipo de ‘Associated Press’ que se ha alzado con el ‘Pulitzer’ por su cobertura del conflicto sirio “produciendo imágenes memorables en extremo peligro”, según el jurado. Entiende Brabo, que pasa unos días de descanso en Gijón, que el galardón se basa en “el valor informativo de sus imágenes” y no tanto en la valentía de los fotoperiodistas porque “el premio al valor que tienen se les puede dar a muchos jóvenes que están allí cubriendo la guerra”.

Siria lleva envuelta en la violencia entre el ejército de Al-Assad y la oposición rebelde, y teñida del rastro de sangre que dejan los bombardeos del régimen, desde comienzos de 2011. Una situación de desgarramiento que Manu Brabo vivió durante meses el pasado año y que ha grabado a fuego imágenes en su cabeza, y en su cámara. “Hay muchos momentos. Pero de los días más fuertes, más jodidos que viví, fue el 4 de octubre, cuando las fuerzas del régimen sirio bombardearon una escuela con doscientas familias refugiadas en Alepo. Esos días te hacen replantearte muchas cosas sobre lo que es el ser humano y su funcionamiento”, narra el fotógrafo, veterano ya en zonas de conflictos sociales y bélicos como Kosovo, Bolivia, Argentina, Haití, Honduras, Palestina, Túnez y Libia, donde fue apresado por defensores del régimen de Gadafi y posteriormente liberado tras una intensa campaña en su apoyo.

Precisamente, en estos momentos de júbilo por haber logrado el ‘Pulitzer’, se acuerda de las duras vivencias en el país magrebí. “Me acuerdo de toda la gente que se estuvo volcando para que yo estuviese trabajando otra vez. Y la familia forma parte de esa gente, que se ha partido el alma por que yo siguiese aquí”, señala el fotoperiodista.

En Alepo, justo un día antes de que ocurriese el bombardeo sobre la escuela que ha quedado tatuado en su memoria, fue cuando tomó la fotografía que tanto se ha publicado desde que saltase la noticia de su premio ‘Pulitzer’", logrado junto a sus compañeros Rodrigo Abd, Narciso Contreras, Khalil Hamra y Muhammed Muheisen. Se trata de la instantánea en la que un padre sostiene, agachando el rostro entre llantos de angustia, el cuerpo sin vida de su hijo. “Estaba en el hospital y de repente apareció el padre con el crío, que, creo recordar, llevaba un disparo de un francotirador. A partir de ahí, todo era un drama”, recuerda.

Entre tanta imagen sobrecogedora, Manu Brabo, miembro de la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos, trata de hacer su trabajo fotoperiodístico. “Si pierdo la cordura o no con estas imágenes, tendrá que juzgarlo mi psiquiatra”, ironiza antes de agregar: “A mí me parece un sonado el que se mete ocho horas dentro de una oficina”. No obstante, ahora disfruta de su descanso. “No pienso adónde me tocará ir la próxima vez. Ahora estoy de vacaciones, tranquilo y a disfrutar”, asegura.

La sorpresa del Pulitzer

Le toca, además, vivir su descanso con un ‘Pulitzer’ bajo el brazo. “Me cogió por sorpresa. Yo qué sé. A veces uno se imagina estas cosas, pero como te imaginas que te toca la lotería”, señala. Entre los méritos por los que cree que el equipo de ‘Associated Press’ del que formaba parte recibe el premio sitúa “la amplia cobertura geográfica y la visión bastante completa de la situación que sufre el pueblo sirio, gente normal que se está enfrentando todos los días a una situación inmerecida”.