Científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han logrado acreditar la relación causa-efecto de los sónares submarinos de buques militares con la muerte masiva de zifios por varamiento lo que, al mismo tiempo, ha demostrado la efectividad de la recomendación realizada por el Parlamento Europeo en el año 2004, que desaconsejaba la utilización de estos radares. Esa sugerencia se tradujo en la moratoria aprobada entonces por los gobiernos español y canario vigente hasta la actualidad que mantiene una zona de exclusión en el Archipiélago de 50 millas.

Antonio Fernández, catedrático de Veterinaria y director del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA), el también investigador de la ULPGC Manuel Arbelo, y el científico Vidal Martín, de la Sociedad para el Estudio de Cetáceos de Canarias (Secac), han publicado recientemente en Nature, una de las revistas especializadas más importantes del mundo, las conclusiones del estudio realizado durante casi una década.

Desde que se empezó a aplicar la moratoria anti-sónar hasta 2013 los científicos de la ULPGC han venido realizando un seguimiento a los cetáceos que en aguas canarias varan y pierden la vida.

El resultado no ha podido ser más evidente. "No hay más varamientos masivos de zifios, ni de ninguna otra especie", explicó ayer Antonio Fernández.

Del trabajo efectuado por los patólogos veterinarios forenses se desprende una casuística mucho más reducida y aislada: de dos a tres casos al año, a título individual y por diferentes causas, frente a los entre siete y quince fallecimientos que se constataron coincidiendo con los episodios de mortandad colectiva en 2002 y 2004.

En ambos años, las muertes se atribuyeron a la realización de ejercicios militares de buques en aguas canarias y se produjeron después o durante esas maniobras.

Fernández recordó ayer, al respecto, que fue también un artículo publicado en la misma revista científica (Nature) el que cuestionó por primera vez a nivel mundial esta relación causa-efecto.

El equipo liderado por Fernández fundamentó su tesis con el episodio inicial producido en las maniobras de la Armada española en septiembre de 2002, denominadas Neotapón, tras el que vararon al menos 14 zifios en la costa de Fuerteventura.

Más tarde, en 2004, en aguas de esa isla y de la de Lanzarote se constató asimismo la muerte masiva de zifios coincidiendo con la celebración de los ejercicios coordinados por el mando de la OTAN Majestic Eagle 04.

Las evidencias desprendidas de los análisis forenses realizados entonces por los investigadores de la ULPGC, recogidas en dos artículos publicados en 2003 y 2004 en Nature, han sido confirmadas ahora.

Y también se ha demostrado acertada la resolución del Parlamento Europeo, que igualmente se sustentó en el trabajo de los investigadores canarios.

En este sentido, Fernández destacó que "la moratoria tuvo entonces una razón de ser, y la sigue teniendo. Puede convertirse en una medida de referencia mundial".