La prueba de acceso a la universidad (PAU) arrancó ayer en Canarias con un singular duelo entre La Casa de Bernarda Alba y la actualidad de los recortes presupuestarios que amenazan a los servicios públicos. La literatura lorquiana contra la opinión crítica del periodista Isaac Rosa. Ambas fueron las dos opciones del ejercicio de Lengua Castellana y Literatura, con el que se dio el pistoletazo de salida a la selectividad para cerca de 9.000 estudiantes en las Islas.

Fueron muchos los que se decantaron por el embrujo de Federico García Lorca para la prueba del comentario de texto, "no sé por qué pero me lo esperaba, de todos los autores clásicos, intuía que iba a caer este, y acerté. Me salió de escándalo", decía Nacho Rodríguez, al salir del examen. "La Casa de Bernarda Alba, por supuesto, la mejor opción de las que me esperaba, aunque yo tenía la corazonada de que este año iba a caer un autor canario", apuntó Miguel Tous.

No obstante, también hubo mucha afinidad con La marea negra de los recortes, el artículo periodístico publicado por Isaac Rosa en el diario Público en el que se habla de las aguas revueltas de la crisis y, en especial, de los recortes presupuestarios a los servicios públicos (educación, sanidad...) que ponen en riesgo el Estado de Bienestar.

"Me ha encantado el artículo periodístico, aborda un tema de mucha actualidad y podía sacarle mucho jugo, aunque los nervios no me dejaron explayarme todo lo que hubiese querido", señaló Ana Sánchez. "Me gustó mucho la metáfora de las mareas para describir la situación actual de pérdidas de derechos. Estoy muy contento con este examen", indicó José Miguel León.

Curiosamente, no es la primera vez que Isaac Rosa protagoniza el ejercicio del comentario de texto en la PAU en Canarias, en la convocatoria de junio de 2011, la opción periodística era un artículo titulado Las revoluciones todavía se ganan en la calle, sobre el papel de internet y las redes sociales en las revueltas de Túnez y Egipcio. En aquella ocasión se enfrentó a Gabriel García Márquez con Crónica de una muerte anunciada, y ganó el segundo por goleada.

Pero la actualidad no sólo se limitó al comentario de texto, también en el ejercicio de lengua extranjera, Inglés, una de las opciones abordó el tema de la corrupción en España, frente a otra sobre el hallazgo de los restos del rey Ricardo III en Inglaterra.

En Canarias, alrededor de 9.000 estudiantes iniciaron ayer la selectividad, 4.139 matriculados en la provincia de Santa Cruz de Tenerife; y 4.972 en Las Palmas que ha experimentado un incremento cercano al 17% respecto a la convocatoria de junio del pasado año. "Hay más alumnos que nunca, estamos con una previsión de unos 5.000 estudiantes, lo que supone un 17% más que los años anteriores, y esto pone de manifiesto la afluencia que hay hacia las universidades por la situación actual, no hay salidas paralelas o alternativas a la formación y la gente tiene claro que la universidad es la que puede dar la mejor formación, y de ahí la alta demanda que tenemos", indicó ayer Nicolás Díaz de Lezcano, vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad de la ULPGC.

Curiosamente, estos exámenes, con los años, ha ido ganando en popularidad. La gran mayoría de los alumnos que se presentaban ayer en la capital grancanaria afirmaban que, lejos de verlo como una traba, suponían una oportunidad para subir nota y poder optar a la carrera deseada.

Es el caso de Miguel Tous Rodríguez, alumno del IES Mesa y López, cuyo objetivo es estudiar Ingeniería en Diseño Industrial de Productos. Sacó un 6,88 de nota media en Bachiller y, aunque "hace unos días estaba bastante inseguro, ahora que estoy aquí he sustituido la inseguridad por las ganas de examinarme y subir la nota". Tous apuntó que, en un principio dudaba entre decantarse por los idiomas o el diseño, "pero al final me voy a ingeniería industrial porque creo que tiene más salida, pero las dos me gustan".

Su compañera Paula María Poquet, no lo tiene tan claro. Su corazón la guía hacia Ciencias de la Salud, en especial hacia Enfermería, pero la nota media de Bachiller, un 6, es un escollo para lograr su objetivo. "Como no creo que llegue a alcanzar la nota de corte, probablemente haré un ciclo de técnico de laboratorio para poder entrar después. En mi caso, es una elección por vocación", aseguró.

Gabriel Suárez, alumno del IES Siete Palmas, también se decanta por Ciencias de la Salud. En su caso se trata de Medicina, y probablemente no tendrá ningún problema para entrar dado que su media de Bachillerato es un 9.88. "Me gustaría estudiar la especialidad de neurología o genética, y voy a por todas. Siempre me ha parecido muy interesante la genética, de hecho quería estudiar ingeniería genética pero como hay que salir fuera, empiezo por Medicina aquí".

A Gabriel no le asusta la actual crisis, "la carrera de Medicina es larga, y después de seis años espero que las cosas cambien", señaló, aunque está dispuesto a salir fuera si hiciera falta, como Belén Santana, compañera del mismo instituto, que también se decanta por Enfermería o Fisioterapia. "Tengo un 7 de media y no sé si me llegará la nota, la PAU es una oportunidad para subirla, pero no me cierro a otras carreras, como Logopedia aunque me tenga que ir fuera a estudiarla, y tampoco me importaría trabajar en el extranjero, estoy mentalizada".

Para Paula María Poquet, el futuro en España no es muy prometedor, "por eso me gustaría estudiar algo que tenga salida para irme al extranjero, a Alemania, Inglaterra, Suiza... me da igual".

Quien tiene claro que se va a Madrid es José Miguel León, alumno del IES Vega de San José, para estudiar Ingeniería Técnica Audiovisual, Imagen y Sonido. "He solicitado plaza en las Universidades Carlos III, Politécnica, o Rey Juan Carlos. Me gusta la imagen y el sonido, es mi vocación, no sé si tiene salida, pero sé que quiero trabajar en eso". Aunque ya tiene nota de sobra para entrar, porque su media de bachiller es un 8, y la de corte es un 6.75, se presenta a la PAU "no sea que más adelante quiera estudiar otra carrera".

Tampoco a su compañero de instituto, Misael Falcón, le hace falta la PAU, "simplemente la hago para tenerla, para dejar una puerta abierta, porque ahora quiero estudiar música, en concreto piano en el conservatorio".

Tampoco la universidad es el objetivo de Laura Martín, alumna del IES Politécnico de Las Palmas de Gran Canaria, que ve su futuro en el Ejército. "Mi vocación es la aviación y siempre me ha gustado la vida militar, y la PAU da más facilidades a la hora de acceder al Ejército", afirmó ayer la joven.

Christian González, también alumno del IES Politécnico, tiene vocación de médico, pero va a dar un gran rodeo para llegar a su objetivo final. "Quiero estudiar Ingeniería en Tecnología Industrial, en un futuro seguir con Mecatrónica y en otro futuro Medicina, para complementarlo con Biotecnología". Para empezar, cuenta con una nota media de 7, y espera que la PAU le ayude a aumentarla.

En el caso de Ana Sánchez, alumna del IES Isabel de España, su media del 6,63 en Bachillerato, busca incrementarse para entrar en Turismo, que el año pasado pedía un 6,7. "Es una carrera que me gusta, que tiene salida y los idiomas se me dan bien. Me desmotiva la situación actual, todo el mundo hablando de crisis y recortes, pero hay que labrarse un futuro, hay que luchar y mi futuro está en Turismo, y después, me gustaría irme un tiempo fuera, a Australia, donde vive mi hermano".

Nacho Rodríguez Quesada, alumno del Colegio Claret, quiere estudiar en Madrid Publicidad y Relaciones Públicas. Parte con un 7,89, una buena nota aunque "sé que ahora me lo juego todo", manifestó en referencia a la PAU. "Lo que más asusta es que no estás en tu ambiente de clase, no son los mismos profesores, no sabes como es la forma de corregir los exámenes de la PAU, pero tengo que pensar que va a salir todo muy bien", apuntó al tiempo que destacó su intención, no sólo de estudiar, sino también de trabajar fuera.

En el caso de Mario González, alumno del IES En Las Palmas, su futuro más inmediato pasa por estudiar Traductores e intérpretes en la ULPGC. Mario, que tiene el síndrome de Asperger, ha llegado a la PAU con un ocho de media en Bachiller. "En tercero de la ESO vi que tenía facilidad para los idiomas y decidí estudiar Traductores". La crisis actual no le influye a la hora de decidir su futuro, "la situación es la que es, pero no podemos rendirnos, todos podemos llegar en la vida a donde queramos, ser lo que queramos, a pesar de las dificultades", concluyó este alumno que definió la PAU como "la oportunidad para llegar a la universidad".