Todos los cambios anunciados y ejecutados en la estructura de Facebook hasta hoy no han tenido el impacto que sí producirá la inminente introducción de hashtags. La red social desarrollada por Mark Zuckerberg ha anunciado que prepara la integración de las búsquedas de palabras clave en sus contenidos. Una función determinante, que permitió a Twitter convertirse en la red social más dotada para rastrear los temas de actualidad, o identificar conversaciones por regiones. Sus usuarios acostumbran a teclear o buscar términos con la almohadilla delante: #Canarias, #Messi o #reforma laboral, por ejemplo. El recurso también es extremadamente útil para localizar eventos, al modo #CopadelMundo o #Eurovisión. Y, por consiguiente, conecta habitualmente a perfiles que no se conocen entre sí o no se han aceptado anteriormente como amigos.

El hecho de que Facebook anuncie sus hashtags cambia considerablemente el sentido de ésta red, concebida para conectar a allegados, conocidos y compañeros, pero no para que personas que no mantienen vínculo alguno puedan interactuar sin solicitud de amistad previa. Las etiquetas tienen otro efecto añadido: las conversaciones tienen un carácter público (como en Twitter), y permite que el invento de Zuckerberg se convierta en un vehículo para estar al tanto de lo noticioso en el momento. Es el advenimiento de una pequeña revolución en el Social Media, cuyos efectos pueden alterar a medio y largo plazo la estructura de la información en la red, e incluso el papel de los medios de comunicación.

No hay que olvidar que Twitter destaca por su capacidad para identificar y generar las tendencias del día. Algo que ya en su momento modificó las costumbres de su legión de usuarios a la búsqueda de titulares y las reacciones a los mismos en 140 caracteres.

Pero claro, Twitter es 'sólo' la segunda red social más importante. A comienzos de año, el número de sus perfiles se situaba en torno a los 200 millones. Facebook, en comparación, es mastodóntico: un monstruo social que en enero de 2013 contaba con mil millones de usuarios. La trascendencia del uso de las etiquetas con semejante público será, sin duda, notoria.

Cómo funciona

Facebook Inc ya ha adelantado cómo funcionarán las etiquetas. En resumen, igual que en Twitter: se teclea la almohadilla y la palabra clave en la actualización, y una vez publicada el término aparecerá subrayado en azul. Si se pincha en él, se accede a la lista de mensajes que incluyen el mismo hashtag. Queda por resolver la duda de cómo se podrían realizar las búsquedas de los temas que nos interesan, así como los detalles de las nuevas herramientas que ya se vaticinan desde la propia compañía.

La interconexión entre desconocidos es otro efecto secundario de este nuevo mapa de contenidos en Facebook. Pero igualmente habría que considerar otras cuestiones. Por ejemplo, el hecho de que el usuario y sus vínculos personales quedan relegados a un segundo plano en este concepto de red social. Se priman los contenidos, la noticia, lo que sucede en un lugar determinado y en una franja horaria concreta. Es evidente que a Twitter le ha salido un competidor de peso, que quizás se ha hartado de que otras redes se aprovechen de sus carencias y ejerzan de Social Media complementarios.

Sorprende, del mismo modo, la buena acogida que ha tenido la noticia en sus primeras horas de vuelo en la web, a diferencia de otras caracteristicas más estéticas que prácticas que Facebook ha incorporado en su devenir como medio de masas. Eso también es nuevo.