Los toros de la ganadería de Torrestrella (Cádiz) han protagonizado hoy un quinto encierro rápido y peligroso, en el que uno de los astados ha quedado descolgado al final de la carrera y ha creado los mayores momentos de peligro, sin que ningún corredor resultara corneado.

Dos corredores han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra, ninguno de ellos con heridas por asta de toro, tras el quinto encierro de los sanfermines protagonizado por astados de la ganadería gaditana de Torrestrella.

Desde el tramo de Santo Domingo ha sido conducido al antiguo Hospital de Navarra el joven A.A.L., de 20 años, de Artica (Navarra), quien presenta un traumatismo craneal de carácter leve. Posteriormente ha sido conducido desde la enfermería de la plaza de toros al antiguo Hospital Virgen del Camino, P.M., de 42 años, de Nueva Jersey (Estados Unidos), quien ha sufrido un traumatismo, una posible fractura de tobillo, en el callejón de la plaza de toros.

El percance lo sufrió en la cuesta de Santo Domingo, en el primer tramo del recorrido de este encierro, que los Torrestrella han convertido en rápido y peligroso, con uno de los astados descolgado al final de la carrera que ha creado los mayores momentos de mayor tensión entre los corredores.

Los de Torrestrella, pertenecientes a una de las ganaderías de mayor riesgo por el número de heridos por asta que suele dejar a su paso, se han mostrado nobles y han realizado prácticamente toda la carrera estirados aunque agrupados, sin embestir apenas hacia los mozos en los 2 minutos y 46 segundos que ha durado en encierro.

De nuevo bajo un sol radiante a las 08.00 horas, y tras los cánticos en los que los mozos piden su protección, San Fermín ha vuelto a concederla, ya que el habitual comportamiento de estos animales no se ha revelado hoy y desde el inicio, al abrirse los portones de los corrales de Santo Domingo, han mantenido una carrera agrupada, liderada por uno de los bueyes en estos primeros metros.

Ya con más velocidad, la torada se ha ido estirando en el transcurso de la cuesta, a cuyos lados dos de los animales miraban, uno a su derecha y otro a su izquierda, pero sin acercarse a ninguno de los corredores.

En esa disposición estirada han cruzado la plaza del Ayuntamiento, donde uno de los bureles ha trompicado a un corredor al que ha superado en velocidad, y han enfilado Mercaderes para llegar a la curva, que un día más han superado sin incidencias gracias en buena parte al líquido antideslizante que se aplica en este tramo de la calzada días antes de comenzar las Fiestas de San Fermín.

Hermanados y con los cabestros en cabeza han comenzado a ascender la calle Estafeta, donde poco a poco se han ido estirando y han creado huecos, que han permitido a los mozos encontrar su sitio para lucirse ante las astas.

Es en el tramo final de esta calle donde un toro cárdeno claro, de nombre "Rayosol", se ha comenzado a descolgar de sus hermanos, que más adelante avanzaban, por su parte, en dos grupos, el primero con un toro negro y tres cabestros y el resto por detrás.

Estos dos grupos han llegado a los chiqueros de la plaza sin crear mayores incidencias, si bien su hermano "Rayosol" ha perdido velocidad y, ya al final de Telefónica, se ha girado, despistado y buscando a los mozos que le rodeaban a distancia, para volver de nuevo a enfilar el camino hacia el callejón.

Pese a su desorientación un oportuno corredor ha citado al animal y ha conseguido que se introdujera en el callejón de la plaza, donde de nuevo se ha girado sobre sus patas y otro mozo ha sabido recortarle y ponerle de nuevo en el camino correcto.

En la misma puerta de entrada al coso taurino esperaban los dobladores, que a punta de capote y sin problemas, han logrado llevarle hasta los chiqueros y finalizar así el quinto encierro de los sanfermines 2013, en el que al igual que en los anteriores no ha habido corneados.