¿Qué supone este premio para su carrera científica?

El premio me lo concedieron por el artículo que publicamos en la revista científica EMBO Molecular Medicine y lo recogí en la reunión de jóvenes investigadores que se celebró el 19 y 20 de noviembre en el hospital Vall d´Hebron en Barcelona. ¿Qué significa? A uno siempre le gusta que le reconozcan el trabajo y más en el terreno de la investigación, donde desde el principio se compite para que tus ideas salgan a la luz pública, es decir, publicar artículos científicos. Por lo tanto si después de que un trabajo sea aceptado para una publicación en una revista prestigiosa, que ya es un premio en sí mismo, es premiado por alguna institución, significa que además de parecerle interesante a la revista, ha gustado a los científicos que han tenido acceso o curiosidad por él.

Un buen paso con solo 32 años.

Para mí en el fondo es una responsabilidad, me han dado una "palmadita en la espalda" y me han dicho algo así como "muy bien chico, buen trabajo, así se hace. ¿Y lo siguiente?". Ahora, en cierto modo, se espera más de mí -al menos yo lo espero- y a mi modo de ver uno siempre debe dar como mínimo lo que se espera de él o más. Más aún en el campo donde estoy trabajando, porque estamos hablando de investigación contra el cáncer

¿Qué ha aportado su trabajo?

El aporte principal de nuestro trabajo, de otros previos y de los que estamos desarrollando, viene a denunciar la importancia de caracterizar de forma adecuada las alteraciones genéticas de los tumores.

¿Y qué han descubierto?

Descubrimos y caracterizamos que la pérdida de la proteína BRG1 ocurría de forma extraordinariamente frecuente en cáncer de pulmón, demostrando con ello su actividad como gen supresor de tumores. La parte más interesante, a mi modo de ver, es que la pérdida de esta proteína BRG1 nunca coincidía con alteraciones en la proteína MYC, que es uno de los oncogenes más importantes y conocidos en el cáncer. Por lo tanto, en los tumores o bien se encontraba alterada la proteína MYC o se encontraba mutado BRG1, pero ambos fenómenos nunca ocurrían a la vez.

¿Y qué aplicación tiene eso en los pacientes?

Nuestro trabajo aportaba un poco la clave de que futuros pacientes podrían beneficiarse de dichos tratamientos, es decir si un tumor de un paciente tiene alterado BRG1, el tumor de este paciente sería resistente a la terapia hormonal. Sin embargo, un paciente con alteraciones en MYC sería candidato para beneficiarse de la terapia con hormonas ya que en este caso, la proteína BRG1 sería funcional, porque nunca se alteran a la vez.

¿Por qué empezó a investigar en cáncer?

Siempre he sido muy curioso e inquieto. Trabajar de biólogo fuera del área de la investigación en España es muy difícil, hay muy poca demanda en el sector privado para la cantidad de licenciados que hay. Yo mismo estuve trabajando dos años con mi padre en comercio exterior, primero cargando camiones y más tarde llevando documentos de compraventa a la aduana del puerto de Valencia, nada que ver con la Biología, hasta que surgió la oportunidad de viajar a Madrid a empezar una tesis en oncología y decidí coger ese tren.

Eligió cáncer de pulmón.

El cáncer de pulmón me eligió a mí, en cierta manera. La doctora Montse Sánchez-Céspedes, una de las especialistas más importantes en Biología molecular del cáncer de pulmón, me dio la oportunidad y puso a mi disposición todos los recursos de un centro de excelencia como es el Centro Nacional de Investigación Oncológica en Madrid, donde desarrollé la tesis.

Investigar en cáncer es un reto grande.

La lucha contra el cáncer no es un reto grande. ¡Es el reto de la medicina actual! No olvidemos que cuanto más años vivamos, mas incidencia habrá. En los países occidentales es una realidad tan preocupante que sitúa la lucha contra el cáncer en un asunto prioritario de salud pública. O al menos así lo deberían entender nuestros gobernantes. Aunque a veces uno tiene la triste sensación de que la investigación del cáncer no va con ellos.

En pocas palabras, ¿qué es el cáncer?

Un conjunto de enfermedades diversas que comparten como característica común la alteración en el crecimiento y la proliferación de las células de un tejido concreto, alteración que con el tiempo, si no es remediado, acabará provocando un tumor.

Se vincula el cáncer con alimentación, pero se sabe poco.

Se sabe que el tabaquismo provoca cáncer de pulmón y de vejiga, por ejemplo, y ahí la correlación es directa y muchas veces demostrada. Sin embargo otros tumores de alta incidencia poblacional como el colorrectal y el de mama hasta donde sé, que no es mucho, no se tiene tan claro qué tipo de alimentación podría estar detrás de una mayor propensión al desarrollo de las mismas. Se habla del exceso de consumo de carne roja, se habla de déficit de vitamina D, de hormonas en exceso y en defecto..., pero en estos casos no se tiene tan claro el "catalizador". Al menos no lo tengo. Es necesario aún mucha investigación para afinar más la etiología de todos estos tumores.