La tarjeta sanitaria especial, enmarcada dentro de un programa especial de salud que el Servicio Canario aprobó las pasadas Navidades, en teoría ofrece atención sanitaria primaria y especializada a aquellos extranjeros sin recursos. Pero en la práctica, resulta de nuevo un obstáculo burocrático para los solicitantes pues piden documentación difícil de expeditar, según apuntaron desde la plataforma formada por Cáritas, Yo sí atiendo y Acción en Red- Canarias, entre otras entidades.

"No es una cobertura sanitaria total, cojea mucho", comenta Victoria Hernández, técnico del Área Internacional de Cáritas Canarias. No poder pedir cita previa telefónica, sino sólo en persona, no tener derecho a una segunda opinión médica, ni ser atendido en otra comunidad autónoma, y la medicación excluida incluso para enfermos terminales, son ejemplos citados por la organización que dejan al descubierto algunas carencias de este programa de actuaciones sobre la salud.

Por ejemplo, en caso de sufrir quemaduras graves, Canarias carece de una unidad específica, y el paciente no podría ser trasladado a otra comunidad autónoma porque la tarjeta sanitaria especial no contempla la prestación de ser atendido fuera del Archipiélago.

Tiempo y dinero

A esto se suma la condición de llevar un año empadronado en un municipio canario, y que el país de origen expedite una serie de documentos que demuestren que el inmigrante carece de bienes inmuebles y recursos económicos allí, según publicó el BOC en los anexos de la Orden 208 del 14 de diciembre de 2012. Todo ello conlleva tiempo y dinero por la intervención de consulados, a veces ubicados fuera del Archipiélago, entre otros organismos intermediarios.

"No es algo inmediato. Hay una serie de trámites que la reforma dice ´sí, tienes derecho´, pero llevan tanto tiempo, que estamos hablando muchas veces de la vida o la muerte de una persona, que no puede ir a un consulado a sacar un documento, cuando esa persona está muy mal físicamente", subraya Hernández. Como es el caso del enfermo terminal de leucemia Lahsen Arouhal.

En un primer momento Canarias anunció en octubre del año pasado que seguiría atendiendo a los extranjeros no autorizados ni registrados como residentes en España sin recursos económicos suficientes. "El Servicio Canario de Salud ha dado instrucciones precisas a todos los centros sanitarios para que no se deje de atender a este colectivo", indicó el pasado invierno la secretaria general del Servicio Canario de Salud, Zaira Gil. Pero la realidad es otra, según indican desde la plataforma. "Cifras exactas no tenemos (de los centros de salud), pero viene aquí gente que tiene muchas dificultades en cuanto a que no entienden el ´barullo´ de información que les dan", explica Hernández. Y añade que las personas en situación irregular pueden acceder a la tarjeta especial, "pero eso no es la panacea universal en los centros de salud". Critican el fondo de la ley, la falta y descoordinación de información por parte de la administración central y canaria, y de los centros de salud.

Piden "reciclaje" del personal. Subrayan que la tensión, los nervios derivados de la desorganización y desatención afectan directamente al desarrollo personal de cada uno. Ante esta situación, Cáritas, CEAC, Yo sí atiendo, Médicos del Mundo y Acción en Red-Canarias y Amnistía Internacional trabajan en equipo para "acompañar de forma íntegra" a aquellos inmigrantes que lo necesiten, no sólo en temas de salud, sino en Ley de Extranjería, alimentos, servicio de duchas.

Canarias siguió el ejemplo de la red de acompañamiento creada por el madrileño grupo ´Yo sí, sanidad universal´. Las plataformas Yo sí atiendo y Acción en Red-Canarias crearon también esta herramienta para que los inmigrantes despojados de la tarjeta sanitaria continuaran siendo atendidos a partir del 1 de septiembre del año pasado.

"Al sexto, séptimo mes de embarazo los conocimos. Gracias a esa gente, que están a favor de la sanidad pública, que tienen amor por su trabajo, se consiguen cosas hasta un punto. Porque si ella tiene que ver al dermatólogo, él no puede mandarla. Son médicos de la seguridad social con corazón, gente que te atiende seas de donde seas. Ya están haciendo bastante ya sólo por atenderla", comenta Alexis Herrera, novio canario de Claudia Ramona Brujean, una ciudadana rumana en situación irregular.

Aunque se siente afortunada, la incertidumbre de no saber lo que pasará con su futuro hijo llena sus días de ansiedad y estrés. La reforma sanitaria cubre el seguimiento del posparto durante 4-6 meses, según la ley. Pasado ese tiempo, Claudia quedará desatendida por la sanidad pública. "No sé lo que haré de ahora en adelante", dice.