Imagine un país donde los "reyes de la casa" comen carne mientras ellas se alimentan de sobras, el maltrato físico se interpreta como un "derecho del marido" y casi la mitad de las violaciones afectan a niñas de entre 5 y 10 años. Vivir en la India puede ser un infierno para las mujeres, quienes sufren ocho veces más maltrato que en ningún otro lugar.

Tras conocer que un tercio de europeas ha sufrido violencia física o sexual y más de nueve millones han sido violadas, la Fundación Vicente Ferrer recuerda que la situación en la India también pone los pelos como escarpias: entre 25.000 y 100.000 mujeres son asesinadas cada año a causa de la dote.

Dar dinero y joyas a la familia del novio para pasar por el altar es una de tantas "costumbres" que promueven la violencia machista en un país preso de una estructura patriarcal en la que el hombre no quiere perder el poder.

"Cuando la familia de la novia no tiene más dinero, molestan a la chica o incluso la matan", precisa la presidenta de la fundación, Anna Ferrer, en un desayuno organizado con motivo del Día Internacional de la Mujer.

¿Cuál es la respuesta de los padres de la víctima? "Sé buena si quieres que te traten bien. Pero aquí no vuelvas". Británica de origen pero india de corazón, Ferrer, cuyo hijo está casado con una mujer de este país, ha visto cómo muchas chicas han intentado volver a su casa ante el maltrato de su marido pese al rechazo de su propia familia.

Algunas ni siquiera pueden visitar su casa porque él se lo impide. "Cuando eres niña estás bajo el control del padre, luego del marido y cuando enviudas, dependes del hijo mayor", relata la presidenta.

La vida es aún más dura para solteras, divorciadas o huérfanas, como es el caso de una joven sin madre o hermanos que soportó años de violaciones de su progenitor hasta que la fundación denunció el caso y le dio cobijo.

Las indias tienen una capacidad increíble para "recuperar la fuerza y la felicidad después de tanto sufrimiento", aunque no pueden borrar la huella de los episodios traumáticos. Prueba de ello es el llanto de un grupo de amigas al visitar a la nuera de Ferrer en su nuevo hogar de recién casada.

"Al ver lo bien que la tratábamos, se les caían las lágrimas al comparar", relata una apenada suegra. ¿Quién sabe si ellas mismas sufrieron abusos sexuales por parte de algún familiar y forman parte de las tremendas estadísticas?

Hay un nivel "muy alto" de violaciones a niñas de entre cinco y diez años, un porcentaje que se acerca al 50 % del total. También es habitual vender una hija al mundo de la prostitución "cuando son muchas en la familia".

O que la mujer aborte obligada en cuanto se desvela que espera una pequeña. Todo depende del veredicto del doctor: "Podéis estar contentos" (niño) o "buena suerte la próxima vez" (niña).

En las últimas décadas se han producido 12 millones de abortos selectivos en función del sexo del bebé. El nacimiento de una niña es una "ruina" para la familia, porque tiene que ahorrar para pagarle la dote, explica Ferrer.

Las leyes a favor de la mujer aumentan la pena de prisión de los violadores o prohíben la dote, pero no son suficientes; "lo fácil es cambiar una ley y lo difícil es cambiar las costumbres", enfatiza esta fundación.

La presidenta está preocupada: si 62 millones de mujeres del "primer mundo" sufren algún tipo de maltrato y somos incapaces de detectarlo, "¿cómo vamos a ver más allá de nuestras fronteras?"