El hospital Insular trató el pasado año a 427 personas con botox. El tratamiento a base de la toxina botulínica produce una relajación muscular que facilita el movimiento y la distensión de los músculos afectados. Esto se traduce en una mejoría en la calidad de vida de los pacientes.

El 70% del botox que se utiliza en España se emplea en tratamientos de salud, a pesar de que la toxina botulínica de tipo A, es más conocida por su empleo para el rejuvenecimiento en métodos de belleza. Sin embargo, la toxina, en ínfimas cantidades, puede mejorar la calidad de vida de algunos pacientes.

Este fue uno de los temas de debate en la jornada de clausura del XX Congreso de la Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitación (Socarmef). Un encuentro en el que también se habló sobre el dolor y el uso de nuevas terapias para tratarlo, en relación con ciertas patologías musculares.

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