"Tengo 38 años, era triatleta y quiero volver a serlo y competir, porque no concibo la vida sin el deporte" señaló Eduardo Martínez, lesionado medular, que muestra las excelencias de esta actividad para este tipo de pacientes. Una práctica que les mejora su calidad de vida y los aleja de sufrir problemas cardiovasculares.

Los médicos rehabilitadores confirmaban este dato dentro del XX Congreso de la Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitación (SOCARMEF), que los lesionados medulares pueden y deben practicar deporte. Un hábito que reduce un 40% el riesgo de padecer y desarrollar una patología cardiovascular.

El colectivo de medicina física destaca que el 50% de los lesionados medulares en Canarias son menores de treinta años, y muchos presentan un importante factor de riesgo cardiovascular. El único ejercicio que practican de forma habitual estos enfermos es el desplazamiento en silla de ruedas, una actividad física que se muestra insuficiente.

Eduardo relata que "tuve el accidente hace 16 meses, cuando subía al Pico de las Nieves, en la misma carretera en la que esta semana se produjo el accidente de los suizos. Bajaba demasiado deprisa y caí. Me operaron de urgencia y ahora ya estoy entrenando de nuevo. Desde el mes de abril ya hago ejercicio en la piscina".

Lea la noticia completa en la edición impresa de La Provincia, en el PDF del periódico o en Orbyt