La comisión del Pilar se alzó ayer con el primer premio de las Fallas 2014, sección especial, un título que no conseguían desde hace quince años y que los coloca, además, al frente del escalafón histórico, rompiendo así el empate a 14 que mantenía con Convento Jerusalén, segunda este año por delante de Cuba-Literato Azorín. Eran las tres favoritas y los pronósticos se cumplieron.

En el Pilar, desde luego, tenían todas las esperanzas en el monumento de Pere Baenas, presentimientos que se hicieron realidad cuando sobre las 21.20 horas el concejal de Fiestas, Francisco Lledó, leyó el veredicto. En el casal casi ni lo oyeron, porque no ser segunda significaba que era primera y los gritos desbordaron las instalaciones de esta histórica comisión.

Inmediatamente también la plaza se contaminó de esta alegría. Eran decenas de falleros los que saltaban al ritmo de «We are the Champions», mientras los muchos visitantes que escrutaban los gigantescos «ninots» del mas veterano de los artistas de especial elevaban sus móviles para tratar de captar estos increíbles momentos de júbilo. No faltó, por supuesto, la entonación del famoso «Escándalo», lema de la falla.

Casi arrinconado, tratando de mantener la calma y asediado por la prensa, el presidente de la comisión, José Javier López, ponía «orden» en el tumulto. «Cualquiera podía ganar y estamos muy orgullosos», decía. «Sacrificio, trabajo y quince años de espera» han sido las claves de este éxito, las claves de este podio, al que también han subido el primer premio de Ingenio y Gracia. Es un doblete especial que quiso dedicar «a la comisión, al barrio y a la gente que lleva trabajando toda la vida».

«Ahora podemos descansar»

Su discurso solo se quebró cuando la fallera mayor, Luz García, se fundió con él en un largo abrazo. Se besaban y no paraban. Y cuando pudo, Luz expresó públicamente su alegría «después de tantos años». «Desde la primera grúa que entró estoy emocionada, sabía que era muy grande. Teníamos ansias de podio, pero hasta que no han dicho el nombre no nos lo creíamos. Ahora podemos descansar y disfrutar de este momento», explicaba resuelta.

Su dedicatoria, como la del presidente, fue «para los falleros que trabajan tanto por la comisión», muchos de los cuales se abrazaban llorando en torno al monumento.

«Es una recompensa muy grande a este año y a toda una vida, porque no ganamos desde hace quince años y esto nos hacía mucha ilusión», explicaba José Vizcaíno entre abrazos a Patricia y Paloma. «Llevamos años esperando esta locura. Lo necesitábamos, porque renueva la energía de la falla. Los chavales necesitaban esto. No hemos dejado de intentarlo año tras año, incluso cuando nos lo han puesto muy difícil. Es un premio por todos estos años y por todos nuestros esfuerzos», resumía.

En la celebración apenas hubo una ausencia destacada, la del artista Pere Baenas, que negocia su renovación por tres años.