Un hacker ha vuelto a liarla: después de dar conocer en el ecosistema virtual algunas imágenes más que íntimas de la estrella Jennifer Lawrence, ha asegurado que dispone de más de 60 fotos más, en la misma línea, listas para ser divulgadas. Sin el consentimiento de la afectada, por supuesto, una de las últimas víctimas del pirateo en la red. No ha sido la única: Ariana Grande, Rihanna, Victoria Justice, Kim Kardashian, Kate Upton, Lea Michelle, Mary Kate Olsen y Kirsten Dunst también han visto como sus selfies más picantes se han visto expuestos al público de repente. Todas ellas habían depositado su confianza en i-Cloud, el servicio de almacenamiento de Apple, que ha emitido una rápida respuesta.

La compañía de la manzana apunta al hecho de que las celebrities no protegen debidamente sus cuentas, y asegura que el pirateo de sus perfiles de usuario se produjo bajo el viejo método de probar nombre, contraseña y preguntas de seguridad. Y la flauta sonó, en la tesis de Apple. El caso es que las fotos privadas se subieron al plataforma 4chan, y fueron firmadas por Anonymous. Una vez allí, comenzaron a circular velozmente por la red, para deleite de los fans que querían ver a esta relación de guapas en poses comprometidas. Y para sonrojo de las artistas, que han reaccionado con indignación.

Sobre todo, Lawrence, que recurrió al FBI para tratar de averiguar cómo se había podido producir semejante escándalo. Apple, el proveedor del servicio, no la ha dejado en buen lugar, al recomendar a las famosas que extremen sus precauciones y aborden con más rigor el asunto de decidir una contraseña o un recordatorio más complejo que simple. El consejo vale para todos, tal como anda internet: no utilice el nombre de su madre o el del padrino de su boda para no olvidar su cuenta.