Demetrio Suárez, director general de Centros e Infraestructuras, aseguró ayer que el Boliche está, "como mínimo, en las mismas condiciones que el año pasado. Hay más alumnos, por eso se pusieron las aulas modulares. No son barracones sino aulas modulares en condiciones, para intentar no sacarlos del entorno, porque otra opción que había era llevarlos a otros centros. Las aulas modulares son bastante amplias, tienen incluso hasta una sala de despachos". Suárez destacó que lo "prioritario" para Educación es abrir cuanto antes el nuevo Siete Palmas y se quejó de que la empresa "no ha cumplido" con los plazos acordados. "Ahora estamos intentando volver a presionar para que concluyan lo más rápido posible, a principios de octubre. Espero que nos den una buena noticia". Suárez recordó que el director de la obra se negó a autorizar la entrada de los niños de Infantil en el Siete Palmas, "aunque el centro está perfectamente para usarlo y sin peligro".

Los miembros del AMPA se reúnen hoy con la viceconsejera de Educación, Manuela Armas, para intentar agilizar la entrega del nuevo colegio y evitar así que los escolares reciban las clases en malas condiciones.