La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, aseguró ayer que el cierre de cuatro camas en el Servicio de Medicina Intensiva (UMI) del hospital Doctor Negrín a causa de una reforma de las instalaciones "no va a tener repercusión sobre la atención a los pacientes".

Mendoza explicó que ha sido precisamente el interés por mantener la seguridad de los pacientes lo que ha provocado el comienzo de las obras dirigidas a cambiar la luminaria actual del servicio. La responsable de Sanidad indicó que el Servicio de Medicina Preventiva fue el que trasladó a la gerencia del Negrín la necesidad de cambiar unas luminarias por otras que resulten más fáciles "de mantener en condiciones adecuadas" de limpieza e higiene.

Los trabajadores del Servicio Canario de Salud (SCS) han criticado esta reforma porque consideran que es una manera soterrada de suprimir personal. En concreto, el Sindicato de Enfermería Satse calcula que con la reforma y la posterior reorganización de la UMI se prescindirá desde comienzos de este mes de al menos cuatro enfermeros y dos auxiliares de enfermería. Además, el personal critica que se haya decidido cambiar las luminarias de "un día para otro" y "sin avisar".

Por su parte, Mendoza no quiso responder a las críticas de los trabajadores sobre la supuesta reducción del número de sanitarios del servicio, simplemente esgrimió que "el personal sigue realizando sus labores habituales" en la UMI.

En este sentido la responsable de Sanidad insistió en que el cambio de luminarias en la UMI, que comenzó el lunes, era una actuación necesaria, organizada entre la gerencia, el servicio y mantenimiento y dirigida a "garantizar aún más la seguridad de los pacientes".