Una cardióloga que trabajó hasta el año 2010 en el Servicio de Cardiología del Hospital Doctor Negrín reconoció ayer que sacó del centro hospitalario los informes y las pruebas clínicas de al menos 300 pacientes. Dichos documentos fueron encontrados por un vecino en el interior de un contenedor de basura en el barrio de El Fondillo de Las Palmas de Gran Canaria el pasado jueves por la noche.

Los expedientes, hallados en plena calle, son confidenciales y sólo pueden ser consultados dentro del hospital por el personal sanitario. En estos papeles, entre los que se incluyen originales y fotocopias de expedientes y pruebas clínicas, aparecen datos personales, como diagnóstico, nombre y apellidos, dirección y números de teléfono.

La policía contactó ayer por teléfono con la médico, que se encuentra actualmente fuera del país. Según fuentes policiales, la cardióloga admitió que sacó los documentos del Negrín y explicó que todos pertenecen a pacientes suyos. Asimismo, indicó, siempre según fuentes policiales, que son copias de expedientes médicos que ya se encontraban digitalizados y que acabaron en la basura porque se hizo una limpieza en su casa. Esta semana la médico volverá a la Isla, donde se le tomará declaración.

Fue el Negrín el que comunicó a la policía que la cardióloga había confesado los hechos. La investigación del caso comenzó el pasado viernes tras conocer la gerencia del hospital el hallazgo de los documentos a través de LA PROVINCIA / DLP, que publicó en exclusiva la noticia.

La gerencia del Negrín aseguró ayer que esta facultativa es la "responsable" de la extracción de los documentos del centro, e insistió en que "se trata de un hecho aislado que involucra a una persona que ya no trabaja en este centro hospitalario".

En este sentido, la gerencia del Negrín lamentó "lo ocurrido" y valoró como "grave" la situación, por lo que "desde el primer momento" abrió "una investigación interna" e interpuso "una denuncia en la policía".

Pese a que la información de al menos tres centenares de pacientes aparecieron en la basura, el hospital "garantiza a sus usuarios la confidencialidad de sus datos personales y de su información clínica".

Además, la gerencia hizo hincapié en que el centro hospitalario "cumple la normativa vigente, tanto nacional como autonómica, de custodia, manejo y destrucción de la documentación clínica con el objetivo de garantizar la custodia de datos de carácter personal de los pacientes".

Asimismo, dispone de un Manual de Uso de la Historia Clínica en el que se recogen las normas de manejo, custodia y destrucción de documentos. El hospital tiene contratada con una empresa autorizada al efecto la destrucción de documentación clínica, en los casos que están establecidos en su normativa. Dicha empresa se ocupa de su recogida y destrucción, así como de la certificación de que se ha realizado según los protocolos establecidos. El Negrín aclaró que "los hechos sucedidos no tienen nada que ver con dicha empresa".

Por su parte, Sanidad ha delegado el control del caso al Negrín porque, según fuentes de la Consejería dirigida por Brígida Mendoza, "cada gerencia es la responsable de sus archivos".

En total, fueron seis los archivadores que aparecieron en un contenedor de basura, aunque no se descarta que en su interior pudiera haber más volúmenes. Estos archivadores contienen información fechada hasta 2009 de pacientes que padecen problemas del corazón. La mayoría de los usuarios tienen más de 50 años, pero también hay jóvenes que no sobrepasan los 30.