La diabetes deja ciegos a unos 100 canarios cada año, de los que un 90% de los casos se podría evitar con un diagnóstico precoz. De ahí la importancia de someterse a revisiones periódicas porque, a pesar de los avances de los últimos años, la diabetes continúa siendo la primera causa de ceguera en la población en edad laboral en Occidente.

"La retinopatía diabética y el edema macular son las dos complicaciones que llevan a los pacientes diabéticos a la ceguera", explicó ayer Alfonso Manrique de Lara, jefe de la Unidad de Retinopatía Diabética de la Clínica Oftalmológica Gran Canaria, que insistió en la importancia del diagnóstico temprano, coincidiendo con la semana en la que se celebra el Día Mundial de la Diabetes.

La retinopatía diabética es una patología que afecta a la retina de los pacientes con diabetes, por la que los vasos sanguíneos que suministran sangre a la retina se lesionan por el alto nivel de azúcar, volviéndose irregulares y frágiles. Esto ocasiona hemorragias o desprendimientos que causan pérdida de agudeza visual de manera progresiva o automática.

Los riesgos de desarrollar retinopatía aumentan con el paso del tiempo, de manera que tras cinco años con diabetes, el 23 por ciento de los pacientes presenta retinopatía diabética; a los 10 años de padecer esta enfermedad, el 60%; y a los 15 años, el 80%.

Asimismo, el embarazo puede acelerar el desarrollo de la retinopatía en mujeres diabéticas, por lo que es necesario someterse a exámenes oculares periódicos. En cuanto a los más jóvenes, si éstos padecen diabetes, tienen más posibilidades de desarrollar este trastorno.

"La única forma de diagnosticar la retinopatía diabética es a través de un examen de fondo de ojo", explicó Manrique de Lara que recomendó a los pacientes realizárselo en el momento que se le diagnostica su enfermedad y posteriormente de manera periódica, según le recomiende su oftalmólogo.

El experto recordó que la prevención es la mejor arma contra este trastorno. Pese a la gravedad de las consecuencias que puede presentar, el 40% de los diabéticos nunca se ha sometido a una revisión oftalmológica.

"Los diabéticos deben hacerse una revisión oftalmológica como mínimo una vez cada año para detectar a tiempo posibles lesiones oculares que pueden conducir a la ceguera", añadió el jefe de la Unidad de Retinopatía Diabética de la Clínica Oftalmológica Gran Canaria.

En este centro de la capital grancanaria se realizan inyecciones intraoculares de antiangiogénicos o de corticoides de liberación lenta que suponen un novedad en el tratamiento ya que han sido autorizadas hace poco para el tratamiento del edema macular. Este trastorno es la hinchazón o engrosamiento de la mácula, el área de la retina responsable de la visión central y detallada.

Por otro lado, el láser y la vitrectomía (cirugía ocular que se utiliza para extraer el vítreo) son las técnicas más utilizadas para tratar la retinopatía diabética, resolviendo así sus complicaciones, como hemorragias o desprendimientos de retina, y evitando su progresión.