En la Sala Néstor exhibe cerca de 60 cuadros, ¿se puede ver un recorrido de trayectoria artística?

Sí, se puede decir que en esta muestra se puede hacer un recorrido por mi trayectoria artística, aunque en mi casa de Teror y en la de aquí tengo bastante obra que no se ha expuesto. Además sigo pintando.

¿Cómo surgió la muestra?

Fui a una conferencia al Náutico y me encontré con el responsable de Cultura del Club, quien me invitó a exponer mi obra. Ha sido todo muy rápido porque las fechas estaban muy ajustadas pero estoy contenta porque se ha prorrogado hasta el día 23.

Para quien no conozca aún su obra ¿cómo la definiría?

Son mis sueños. Ni pintura abstracta ni realista. Pinto lo que me viene a la mente y en función de mi estado de ánimo. Cuando estoy más nerviosa pintó en tonos oscuros, si me siento nerviosa o inquieta utilizó el rojo, mientras que si tengo un periodo tranquilo, equilibrado, más espiritual, trabajo con el blanco. Y si estoy romántica, uso los pasteles.

¿En qué etapa se encuentra ahora?

Estoy tranquila por lo que mis cuadros tienen tonos pasteles. Me siento contenta, pero muy cansada porque el montaje de la muestra ha sido muy rápido y a mí me gusta organizar todo.

¿Sigue siendo Teror su refugio para inspirarse?

Siempre. En Teror está el campo de toda mi vida. Ahí está el aire puro, la tranquilidad, el sol que tanto me gusta, aunque también disfruto con la lluvia. Todos esos elementos me ayudan a inspirarme.

¿Cómo va el museo de Teror?

Desde el Ayuntamiento me dicen que se abrirá pronto. Yo estoy dispuesta a donar mi obra pero todo está paralizado. Creo que el museo revalorizaría al pueblo.

¿Cómo ve la creación de hoy en día teniendo en cuenta que usted fue una adelantada a su tiempo?

Hay gente con muchísimo talento como Juan Guerra y otros jóvenes artistas que me gustan mucho y que han tenido la oportunidad de estudiar. Yo no tuve escuela. Comencé a pintar desde pequeña porque me gustaban los lápices de colores. Fui a la Escuela de Luján Pérez un solo día con uno de mis cuadros negros porque atravesaba por una depresión. Me bloqueé y no puede pintar pero Felo Monzón me animó a seguir pintando y así lo hice. Un retratista, amigo de la familia, Carlos Morón, vio mis originales y los llevó la Bienal del Gabinete, donde gané el primer premio. Matías García Padrón formó parte del jurado. Ahí empezó todo.

¿Cómo ve el futuro del arte?

Oscuro. Si esta crisis no acaba pronto no lo veo muy bien.