Isabel Pantoja ha pasado ya su primera noche en la cárcel de Alcalá de Guadaíra, a 22 kilómetros de Sevilla. Se trata de una prisión pequeña de mujeres con 83 celdas y 150 presas donde deberá estar los próximos dos años por un delito de blanqueo.

No obstante, la tonadillera podría comenzar a salir de prisión con permisos ordinarios a partir de mayo, una vez haya cumplido un cuarto de su condena, siempre que sea clasificada en segundo grado penitenciario por Instituciones Penitenciarias y cuente con el visto bueno del equipo técnico de la cárcel.

La artista, que se encuentra en un módulo de ingreso acompañada de otra interna, pasó ayer los rutinarios trámites de toma de identidad y huellas, tras lo que fue sometida a una revisión médica y a diversas entrevistas con los educadores y trabajadores sociales del centro.

Al ingresar en la cárcel se le facilitan productos de limpieza y aseo, así como ropa de uso personal y cama. Las duchas son comunes, por lo que Isabel Pantoja se aseará con el resto de internas.

Estará en el módulo de ingreso de Alcalá de Guadaira durante un breve tiempo, que puede variar de uno a varios días según el criterio de los funcionarios penitenciarios.

A continuación, podría pasar a otro módulo de respeto, en el que los presos se acogen a una especie de contrato con normas y compromisos sobre el mantenimiento de las dependencias, y se busca que se impliquen en tareas como el cuidado de los espacios comunes, organización de actividades, talleres de confección o cerrajería. Asimismo, se podrá apuntar a clases de gimnasia.

La cantante recibirá 80 euros semanales para comprar en el economato. Tendrá derecho a diez llamadas a la semana de cinco minutos cada una, podrá tener contacto con sus familiares dos veces por semana a través de un locutorio, y contará con 40 minutos de contacto directo los fines de semana.

Podrá enviar un númeo ilimitado de cartas y enviar o recibir dos paquetes de productos autorizados. No podrá recibir paquetes por correo o agencia.

En caso de saltarse alguna norma, Isabel Pantoja se enfrentaría desde a una simple amonestación hasta la prohibición de paseos o actividades recreativas durante un mes como máximo, aislamiento en su celda o limitación de las comunicaciones orales.