El Gobierno "no baja la guardia" frente a la amenaza terrorista del yihadismo, aseguró ayer la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, quien advirtió que "el riesgo cero no existe" y "nadie está libre de la barbarie", en alusión a los atentados de París.

Tras afirmar que España es "uno de los países más seguros", con experiencia en la lucha antiterrorista y una legislación "muy rigurosa", la vicepresidenta dijo que el aumento del nivel de alerta supone un refuerzo especial de la vigilancia de 200 infraestructuras críticas (aeropuertos, estaciones, transportes y centrales de energía), así como de las zonas comerciales y los eventos deportivos multitudinarios, con el despliegue de más unidades antidisturbios y de los grupos de reserva y seguridad de la guardia civil. También se reforzarán las medidas en torno a las misiones en el exterior.

Interior creará un fichero para controlar datos de los pasajeros de líneas aéreas con el fin de detectar a tiempo a los yihadistas y prevenir atentados. Una medida similar fue bloqueada por el Parlamento europeo al creer que vulnera derechos. Paralelamente se reforzarán los medios policiales para dar con los retornados que hayan ido a luchar a Siria e Irak. La información se compartirá con otros países.

La vicepresidenta aseguró que con las reformas para endurecer el Código Penal se busca incluir medidas que refuercen la lucha contra el terrorismo en internet para considerar delito la participación en páginas yihadistas.