Qué mejor escenario para celebrar un triunfo electoral que la popular, querida y concurrida plaza de la Victoria de la capital grancanaria. Bien para festejar los éxitos deportivos, bien para celebrar los laureles académicos, la plaza de la Victoria, en la terminología del régimen anterior, hoy la plaza de España, es el lugar ideal. Pues allí se fueron, entre otros, Enrique Hernández Reina, Isabel Saavedra y Sergio Millares, a celebrar el triunfo de Syriza en Grecia. En estas estaban cuando desplegaron una bandera griega, como se observa a la izquierda, y se dispusieron a celebrarlo como se merecía.

El encargado del establecimiento, de cuyo nombre no quiero acordarme, despachó a los seguidores de Syriza como si ya no hubiera libertad de expresión por estas latitudes, o el propietario fuera militante de Amanecer Dorado, vamos. El caso es que la celebración festiva del cambio político en la Grecia moderna terminó con dos denuncias contra el establecimiento. Así se escribe la historia. Sin gracia pero con Grecia.