El artista japonés Katsuhiro Otomo, creador de la serie Akira, ganó ayer hoy el Gran Premio de la 42º edición del Festival Internacional del Cómic de Angulema, lo que supone la apertura del festival del noveno arte más importante de Europa a la escuela nipona del manga. Otomo (Tome, 1954), primer autor asiático en recibir el mayor honor de Angulema, se impuso al británico Alan Moore, guionista de la serie Watchmen y V de Vendetta, y al belga Hermann Huppen autor de álbumes como Comanche o Manhattan Beach 1957.

El fallo del premio en la primera jornada del festival coincidió con la entrega simbólica de un Premio Especial de homenaje a los miembros de la redacción del semanario satírico francés Charlie Hebdo, víctima de un mortal atentado terrorista en París a inicios de enero.

Akira, obra maestra del laureado, es una saga postnuclear publicada entre 1982 y 1989 que se desarrolla en un Tokio postmoderno, violento y corrompido en el año 2030 y que contribuyó a popularizar el manga en Europa, en los años noventa del pasado siglo. Según la organización del festival francés, es una obra de culto del noveno arte.

Otomo, que en 2005 fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia y ha ganado cinco veces el Premio Harvey por Akira, adaptó su popular serie de más de dos mil páginas de tebeos al cine de animación en 1988 con título homónimo y también ha llevado a la gran pantalla trabajos como Steamboy o Mushishi.

Sucede en el palmarés de Angulema a Bill Watterson, premiado en la pasada edición por la ingeniosa tira cómica Calvin y Hobbes, que entre 1985 y 1995 daba cuenta de las aventuras de un niño y su sarcástico tigre de peluche.

En 2012, el también japonés Akira Toriyama y padre de "Dragon Ball" recibió el Premio Especial del 40 aniversario del certamen de cómic más importante de Europa, aunque fue el holandés e historietista de prensa Willem quien se llevó el codiciado Gran Premio.

También se entregó el Gran Premio ACBD de la Crítica en Francia a los españoles Antonio Altarriba y Keko (José Antonio Godoy Cazorla) por Yo, asesino, una reflexión en blanco, negro y rojo sobre el arte de la muerte.