El Consejo de Ministros aprueba hoy el real decreto que permite a las universidades ofertar grados de tres años más másteres de dos, junto a los actuales de cuatro más uno, con el objetivo de "flexibilizar" la estructura universitaria, "converger con Europa" y permitir "un ahorro a los estudiantes".

La secretaria de Estado de Educación, Universidades y Formación Profesional, Monserrat Gomendio, aseguró, en una entrevista en la cadena Cope, que estos son los principales objetivos de la reforma. Ha recordado que durante la implantación de Bolonia, España optó por un "sistema rígido" que obligaba a que los grados fuesen de 4 años y los másteres de 1, mientras que los países más avanzados se decantaron por un sistema más flexible donde los grados duran 3, 4 o 5 años y los másteres entre 1 y 2 años.

La reforma que propone ahora Educación, ha sostenido Gomendio, trata de converger con Europa.

Así, ahora las universidades tendrán la potestad de reducir la duración de algunos grados de 4 a 3 años y de implantar másteres de entre 1 y 2, unas modificaciones que podrán acometer si quieren y cuando quieran, ha subrayado.

Porque el sistema actual, ha insistido, obliga a los estudiantes españoles a cursar en un año más la misma titulación que sus homólogos europeos, con el consiguiente gasto en tasas universitarias (supone que las familias pagan unos 150 millones de euros por ese año adicional frente a Europa), mantenimiento y transporte.

Además, genera muchos problemas a la hora de homologar los títulos de España en otros países y viceversa, ha recalcado.

A partir de la reforma, y de forma general, será cada universidad la que opte por un sistema de tres años de grado y dos de máster (3+2) para según qué titulaciones o de cuatro años de grados y uno de máster (4+1). No obstante, Gomendio ha asegurado que no en todos los casos en los que los grados se reduzcan a tres años los másteres tendrán que ser aumentados a dos.

Quedan fuera de este sistema las carreras reguladas como ingenierías, arquitectura o ciencias de la salud "que tienen su propia normativa", ha recordado.

La número dos de Educación ha asegurado que en los másteres obligatorios -que habilitan las profesiones reguladas- "las tasas son las mismas que para los grados", que sólo los cursan el 10 % de los estudiantes y que "no hay diferencia con las tasas que puedan implantar las universidades".

"Sólo un 20 % de los estudiantes cursan másteres que no son obligatorios para poder ejercer su profesión, una proporción que ha calificado de "muy pequeña" y ha negado que éstos tengan que incrementarse a dos años.

Tras la aprobación de este real decreto queda pendiente para completar la reforma universitaria la modificación de los requisitos para acreditarse como profesor titular o catedrático para lo que se implantarán unos estándares equivalentes a los internacionales" y establecer los requisitos necesarios que se exigirán para la creación de nuevas universidades, ha avanzado Gomendio.