Cuentan en Atenas que Peristera Batziana, Betty para su compañero, Alexis Tsipras, e íntimos, ingeniera informática graduada y doctorada por la Universidad de Patras, no será una primera dama al uso, y más bien, actuará de un modo independiente y rebelde.

Y es que los Tsipras-Batziana tampoco son una familia griega convencional. De hecho, serán los primeros de la historia que llegan a la residencia presidencial sin estar casados. No en vano, el flamante primer ministro lidera la coalición radical de izquierdas Syriza y Betty, como la llama cariñosamente, durante treinta años compañera fiel del mandatario griego, al que conoció en las aulas del instituto, tiene fama de ser aún más extremista en sus puntos de vista.

Están juntos desde 1987 y nunca han querido formalizar su relación pasando por el altar o el juzgado, algo que en Grecia, donde la Iglesia Ortodoxa disfruta de un gran poder e influencia social, está visto como un comportamiento muy moderno, aún en una pareja, como la que forman ellos, de ideas sumamente progresistas.

Esta semana la ingeniera, a la que se atribuye el interés de su compañero por el comunismo, ha tenido que enfrentarse al precio de la fama que su pareja cosecha en todo el mundo tras la victoria electoral. Nada menos que la revista Vogue USA, dirigida por Anna Wintour, -considerada el oráculo de la moda y el estilo- se ha atrevido a sugerir a Peristera, que en castellano significa Paloma, que depure un poco su forma de vestir y opte por diseños de alta costura entre los que no puede faltar un abrigo Prada para los viajes de Estado.

La columna de opinión titulada Lo que la nueva primera dama Peristera Batziana debería vestir, firmada por el periodista Edward Barsamian, editor de estilo de la publicación, exhorta a la mujer de Tsipras a lucir diseños de prêt-à-porter y alta costura de firmas de lujo como Balenciaga o Alexander McQueen. "Un nuevo partido anti-austeridad gobierna en Grecia bajo el liderazgo de Alexis Tsipras y como dice el adagio: "Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. Nosotros imaginamos el guardarropa ideal de Peristera Batziana como uno lleno de opciones en una paleta refinada y sastrería ajustada", dice Barsamian.

Conociendo a la señora Batziana el artículo no ha debido hacerle mucha gracia. Del fuerte carácter de Betty saben en la Universidad de Patras. Uno de sus profesores compareció en los tribunales por un problema con su tesis doctoral. La pareja de Tsipras responde al canon de belleza griega, de pelo y ojos oscuros. Sus rasgos son agradables, pero ella parece empeñada en sacarles el mínimo partido. Odia ir de compras, no le gusta gastar el dinero en ropa y, a diferencia de su marido, prefiere peinarse en casa a tener que ir a la peluquería. Desde que se conocen han compartido estudios, pasión por la política y manifestaciones del movimiento juvenil comunista griego.

De Betty se dice que es esquiva, y reservada a ultranza. Incluso se la considera la artífice de la radicalización de Tsipras, que viene de una familia de holgada posición. Comparte con el padre de sus hijos la afición por las motos. Los vástagos, Febo Paolo y Orfeo Ernesto, han vivido hasta ahora con sus padres en el modesto barrio ateniense de Kypseli, en un edificio de siete plantas. Se enfrentan a grandes cambios. El armario de Betty será uno de ellos.

Alexis Tsipras ha llegado al poder para romper todos los moldes de la política griega. Antes se ha cortado la coleta que lució en su juventud, algo más corta que la de Pablo Iglesias, pero en la misma linea estética. Con 40 años, este ingeniero civil con máster en urbanismo, es un amante del teatro y de la música clásica. Su único vicio conocido es el de ir al peluquero de toda la vida, en la plaza Kolonaki, condiderado el más caro y estiloso de Atenas. No lleva nunca corbata y bromea sobre ello. El inglés lo aprendió de adulto y no lo habla con fluidez.