Los pasajeros del vuelo de la compañía Delta Air Lines, que cubría el trayecto entre Minneapolis y Las Vegas, vivieron una situación poco habitual. El piloto de la aeronave abandonó su puesto un momento para ir al baño y cuando quiso reincorporarse no pudo hacerlo porque la puerta de la cabina se había estropeado.

La situación se resolvió con un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de McCarran del que se encargó el copiloto.

Todo se desarrolló dentro de la normalidad y fue el mismo comandante el que se encargó de explicar a los pasajeros lo ocurrido.