La diseñadora de joyas canaria Helena Rohner fue distinguida ayer con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2014 junto a otros 24 artistas españoles, según un acuerdo adoptado por el consejo de ministros.

Las Medallas de Oro de las Bellas Artes, que concede el Gobierno a propuesta del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, distinguen a personas y entidades que hayan destacado "de modo eminente" en la creación artística, "prestando servicios señalados o fomentando notoriamente la enseñanza, el desarrollo y difusión del arte o la conservación del patrimonio artístico nacional".

Junto a la diseñadora canaria también han sido distinguidos entre otros artistas la cantante Alaska, el torero Manuel Benítez el Cordobés, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio, la directora y actriz Blanca Portillo o el actor Manuel Galiana. Asimismo, el mecenas Diego Masson, el pintor José María Sicilia, la artista Victoria Civera y la comisaria y directora de museo María Corral, entre otros.

Rohner, diseñadora de joyas con una tienda con sede en Madrid, define sus creaciones como objetos dominados por "la pureza de líneas, la simplicidad de las formas y la original combinación de la plata con materiales tan sorprendentes como la porcelana o la madera" que se traducen en belleza en estado puro.

De padre suizo, la canaria lleva más de veinte años en el mundo de la joyería y está considerada como una de las diseñadoras de joyas más internacionales de nuestro país. Además de en España vende en Japón, Francia, los países escandinavos y su trabajo es demandado por centros museísticos como el Thyssen y el Guggenheim.

Rohner estudió inicialmente Política Internacional y después se pasó al mundo del diseño. Antes de empezar esos estudios, vivió un año en Florencia , época en la cual decidió realizar un curso de joyería.

La diseñadora recuerda que su pasión por la profesión que ejerce desde hace más de dos décadas quizá empezara en su etapa infantil. "Cogía botones de mi madre, me hacía pendientes y luego le pegaba no sé qué e iba a las mercerías de Las Palmas", señalaba en una entrevista a este diario. "En casa había cierta tradición artística, porque mi padre, aunque era empresario, hacía marionetas y mi madre es la artesana Nilia Bañares, pero yo siempre fui más de ciencias".

Su ascendencia paterna de origen suizo le ha proporcionado a la diseñadora una amplitud de miras que la hace concebir un mundo en el que las fronteras no existen.

Ese espíritu le facilitó en su momento, ya instalada su tienda en Madrid, lanzarse al mercado internacional con las ventas de sus joyas en Japón y en los países europeos ya señalados.

Sus piezas tienen una estética sencilla y depurada, con diseños limpios y sutiles pero que transmiten mucha fuerza.

Estas características definen su trabajo en unas colecciones que se renuevan cada seis meses y en las que siempre está presente la influencia de Canarias. Según ella misma ha manifestado, ese sello isleño se traduce en prescindir de lo superfluo y en colores que son siempre absolutos.

Desde el Archipiélago la evolución de Rohner en el diseño de joyas se ha visto influenciada por su entorno y la gente con la que ha colaborado en cada momento.

La magia de Florencia, la vitalidad de Londres o la luminosidad de Madrid han dejado huella en las creaciones de la flamante Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Creaciones que no solo se limitan a la joyería, sino que incluyen originales vajillas, lámparas, jarrones, juegos de té, etc? diseñados para prestigiosas compañías como Georg Jensen, Kahler, Bodum y Munio.