Antonio Banderas fue protagonista indiscutible de la velada de anoche. Tras recoger el Goya de Honor a su carrera ya afirmó estar convencido de que con este premio "acaba de comenzar la segunda parte del partido" de su vida," "Habrá un antes y un después de hoy, seguro", dijo convencido el actor, que dedicado su premio a su hija, Stella del Carmen, a la que ha pedido perdón por "sus ausencias prolongadas y sus compromisos profesionales", con la voz quebrada y lágrimas en los ojos. Fue el gran triunfador emocional.