La segunda jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week, ex pasarela Cibeles, mostró su cara más española. Los volantes, los lunares, el rojo y las toreras con hombreras se alzaron con el protagonismo de ayer. Pero con permiso de Juan Vidal y su colección Aurora; una exquisitez que confirmó que el alicantino es una de las grandes promesa del diseño español. El acolchado, el largo midi, el rosa empolvado, el pelo y los pantalones ajustados en la cintura pero ligeramente acampanados se imponen como 'must' la próxima temporada.

El desfile doble de los andaluces Moisés Nieto y Leandro Cano, dos nuevos talentos incorporados al cartel oficial, confirmaron que la savia nueva es el camino para una moda española sostenible y atractiva. Nieto homenajeó sus raíces cogiendo como punta de partida La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. Una colección plagada de dualidades, de juegos de volúmenes, y de colores y materiales opuestos. Los modelos, seguidos por otro con el mismo look en negro recreando la sombra; lucieron bermudas, chaquetones y faldas de piel. Siluetas muy femeninas en vestidos mini y midi; pata de gallo, tweed plastificado; algodones con lurex y organza; rojo, vino, rosa, azul, ocre y tonos tierra.

Con 'Camino' Luke Leandro Cano presentó su nueva línea Luke. Repasando su carrera y con una presencia clara de los paisajes de Andalucía, el modisto apostó por aunar patrones clásicos y cortes modernos. Estampados paisajísticos, pájaros y nubes de diferentes materiales bordados que crean nuevas dimensiones, lana, paño, franela, crop top, juegos de volúmenes, mostaza, caldera y vino.

David Delfín era uno de los más esperados y conquistó al público, sobre todo al masculino, con su colección destinada casi en exclusiva al varón. Solo su musa Bimba Bosé representó el lado femenino. Con la pasarela llena de velas arrancó Infierno, una propuesta que cierra una trilogía y que rinde homenaje al paso del luto al alivio. Gris, negro y blanco. Androginia llevada al límite con faldas pantalón plisadas, monos con juegos de pinzas, abrigos entallados con cinturones, asimetrías y estampados fantasmagóricos.

La propuesta de Roberto Torretta para el próximo invierno presenta a una mujer cosmopolita y femenina. Con guiños a los 60 y a los 70, puso sobre la pasarela impecables prendas de abrigo en piel, su material fetiche; trajes masculinos en su versión más sexy, pantalones ligeramente acampanados, una de las tendencias más repetidas durante la pasarela; vestidos midi, bomber azul Klein, abrigos acolchados, vestidos columna y monos con espaldas vertiginosas. La paleta es de rojo, negro, marino, marrón y tofe.

Juana Martín, fiel a su tradición flamenca, dio una vuelta de tuerca con su Take Fligt. El pájaro se convierte en el estampado líder. El gris es el color rey. Efectos metalizados, trajes chaqueta con aires masculinos, vestidos infinitos de seda en blanco y negro, lunares, volantes, encaje, cristales y abrigos rectos que se ajustan al cuerpo con cinturones bajo el pecho.

El año de Francis Montesinos está siendo duro en lo personal, pero en lo profesional derrocha fuerza. Sobre la pasarela puso a gladiadores romanos, guerreros con faldas de PVC y metal y hasta una despampanante cantante que animó la fiesta con su voz funky. Sus clásicas hombreras de fallera, sus toreras y sus volantes, se combinan con transparencias, estampados vidriera, guipur, vestidos vaporosos con capa, encaje y monos de paillettes. Negro, rojo, rosa capote, dorado, plata y gris.

Y llegó el turno de Juan Vidal y su recreación del mundo de la danza. Siluetas lánguidas y fluidas en las que los tejidos bailan sobre el cuerpo. Largos midi, vestidos camiseros, maxi jerseys de mohair, rosa empolvado y coral, satén, transparencias, plumas, estampados florales, terciopelo, y superposición de capas que desdibujan figura pero que asoman su cara más femenina y teatral. Grandes capuchas, plumíferos y maxi abrigos de 'cisne negro'.

El cierre estuvo en manos de Ion Fiz, que mostró una línea masculina rompedora y acertada y una femenina que demuestra lo mejor de su savoir faire. Su amiga Raquel Sánchez Silva fue la maestra de ceremonias de su desfile. Apres Ski es un homenaje a la montaña. Un invierno en el que los hombres visten faldas tableadas en gris, cárdigans alpinos, pantalones ajustados en rosa empolvado, abrigos hasta la rodilla de pelo y camisas con estampados geométricos. Ellas optan por faldas midi de tejidos naturales y delicados tweed en gris y tonos tierra, cinturas ajustadas, vestidos y abrigos de pelo, pantalones y prendas exteriores con efecto globo. Para la noche, aplicaciones de paillettes, transparencias y plumas en negro.