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Música

Sam Smith domina en los Grammy junto a Beck, ganador de mejor álbum

El cantante británico se corona en las categorías clave

Sam Smith domina en los Grammy junto a Beck, ganador de mejor álbum

Sam Smith andaba revoloteando por la industria con una carrera corta (comenzó en 2012). Dio con la tecla con Stay with me, que es canción de sensibilidad sesentera (de hecho dice que le gustaría cantar a ese estilo y en compañía de Joni Mitchell); y que ya abrió el melón de la polémica porque, se cuenta, tiene cierto parecido a I won't back down. El caso es que este nuevo valor de los Grammy se suma a la filosofía de los premios de la industria de la música norteamericana, que la madrugada del domingo se entregaron en Los Ángeles.

Smith es británico y dio un golpe de efecto inesperado para estos premios, incluso más sorprendente que lo conseguido en su día por Adele. Aunque, finalmente, hubo un ganador "gran reserva", que fue una referencia absoluta como innovación del pop en los noventa, Beck. Smith ganó premios muy importantes, como el de artista revelación, mejor canción del año, mejor grabación (por la citada Stay with me) y al mejor álbum pop vocal (In the lonely hour).

Beck, que llevaba desparecido una larga temporada, alcanzó la gloria tardía y sorprendente, en los Grammy con Morning Phase, álbum con el que cosechó dos trofeos muy marcados como lo son mejor álbum del año y mejor disco rock. Curiosamente, rock. Cuando Beck salpicaba su talento a finales de los noventa y en el 2000. Beck era un personaje al que se esperaba en aquel entonces con los brazos abiertos porque él era el aire renovado en la música pop con sus combinaciones diversas entre distintas tendencias que el había dado personalidad propia, algo complicado en aquellos tiempos.

El reparto de premios más o menos importantes quedó completado con Beyoncé y, curiosamente, Pharrell Williams, que sigue alargando el éxito de Happy. Beyoncé se llevó los grandes en la escena rhythm'n' blues con Drunk in love (mejor directo y mejor canción). Se quedó fuera Taylor Swift, entre otros candidatos con aspiraciones

Y en la gala hubo de todo y todos grandes de la escena: Paul McCarney, que actuó con Kenny West y Rihanna, Tom Jones, Rubén Blades. O la aparición de Stevie Wonder con Jamie Foxx, a lo Ray Charles. Madonna a su bola como de costumbre. En esta ocasión apareció vestida de torera y dándolo todo a sus 56 años. Y reapareció la estrella de Super Bowl, Katy Perry.

En fin, la ceremonia de los Grammy fue espectacular, como hacen estas galas en EE UU; reuniendo a un elenco fuera de serie de la música popular en donde conviven las viejas glorias con los nuevos premiados y las estrellas presentes del pop. Formando dúo y tríos entre generaciones y provocando emociones entre el público.

Enrique Iglesias también tuvo su protagonismo y, además, entregó uno de los premios al nuevo "emperador" de los Grammy, Sam Smith. También tuvo protagonismo, Prince. Y, finalmente, apareció un vídeo de Obama. El presidente apareció en vídeo para, aprovechando la audiencia de los Grammy, enviar un mensaje contra la violencia doméstica, algo que debe de terminar, dijo.

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