La diputada del grupo Popular María Teresa Pulido señaló ayer en el Parlamento de Canarias que la sanidad canaria "está en la UVI con pronóstico reservado, y los síntomas que la aquejan son muy graves". Ese es el diagnótico realizado por la oposición y que la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, vacunó con la afirmación de que hasta la fecha "ni un solo paciente se ha quedado sin ser atendido" pese al déficit de financiación por parte del Estado, que cifró en 2.142 millones de euros.

Brígida Mendoza compareció a petición del grupo Mixto para explicar qué medidas se han adoptado frente al deterioro de los servicios públicos sanitarios. El portavoz de los solicitantes, Román Rodríguez, afeó a los grupos de gobierno que se refieran siempre a la falta de financiación como el origen de todos los problemas. También se dirigió a los populares por centrar sus críticas sobre el mal funcionamiento en la organización y gestión.

Rodríguez sostuvo, sin embargo, que, a pesar de que las cuestiones que unos y otros plantean forman parte de la actual situación que atraviesa este servicio público, la carencia principal pasa por la ausencia de "estrategia, visión de futuro y reorganización de los servicios". Mendoza contestó que, a pesar de todos los problemas económicos con que se pueda encontrar su departamento "no ha faltado ni un tratamiento a ningún paciente por caro que sea".

La consejera reconoció no haber podido avanzar a la velocidad a la que le habría gustado hacerlo y de nuevo culpó de ello a la escasez de los fondos transferidos por Madrid en virtud del sistema de financiación autonómico contra el que clama el Ejecutivo canario por situar a las Islas a la cola del Estado.

Mendoza explicó que, desde que tomó posesión, ha tenido que adaptarse a unos recortes que han tenido repercusión en las listas de espera y han obligado a adoptar decisiones "difíciles y duras de poner en marcha". "Sin la financiación adecuada es muy difícil evitar el deterioro sanitario y por ello he reclamado al Gobierno de España que corrija el déficit", reiteró la consejera, quien acusó al PP de dar "una marcha atrás de años" en la sanidad pública, de volver "casi a la beneficencia".

Mientras, en Canarias se ha legislado para dar respuesta a las personas que se han quedado sin tarjeta sanitaria "aunque muchas se niegan", afirmó Mendoza, quien enumeró las actuaciones llevadas a cabo para dar estabilidad al mayor número posible de trabajadores sanitarios y aumentar el rendimiento quirúrgico mañana y tarde.

No se han cerrado servicios de urgencias ni plantas hospitalarias "sino más bien al contrario", pese a estar condicionados por una situación financiera desfavorable, continuó la consejera, quien insistió en que se ha hecho una gestión "lo más eficiente posible pese a los recortes generalizados".

Anunció también que ya se ha remitido al Parlamento autonómico el III Plan de Salud de Canarias y subrayó den nuvo que si la implantación de servicios sanitarios ha tenido un ritmo pausado es debido a la situación financiera.

Por su parte, Román Rodríguez hizo extensiva la crisis de la sanidad pública a todo el país y expuso que en las Islas es el segundo motivo de preocupación para los ciudadanos. El 64% de los canarios pone el acento en este servicio público y solo el paro supera dicha cifra, según los datos extraídos de la encuesta encargada por el Gobiero canario para conocer la postura de los habitantes de las Islas con respecto a los sondeos petrolíferos.

"Hemos tenido el mejor sistema sanitario del mundo, con prestaciones gratuitas y de alta calidad y a menor coste que otras sociedades, pero esto se ha quebrado y está en una severa crisis, ya que los recortes y copagos han herido de muerte al sistema sanitario español", advirtió Rodríguez.

El parlamentario llamó a tomar conciencia de que se debe recuperar capacidad fiscal para destinar más fondos al servicio sanitario público si se desea "recuperar" lo que se había "conquistado". A su juicio, resulta preocupante el deterioro sufrido en los últimos tres años, que atribuyó a CC "con la inestimable ayuda del PSC", pues ambos han conseguido "multiplicar por cuatro" las listas de espera "y esto no son cifras, sino más de 46.000 canarios que no saben cuándo van a ser operados o los va a ver un especialista".

El diputado del grupo Socialista Jesús Morera consideró que no se ha mermado la calidad "de lo que se hace" y aseguró que es cierto que hay mayor tiempo de espera para pruebas diagnósticas y operaciones, pero "la ecografía que se hace es de gran calidad y la técnica quirúrgica es de garantía. El servicio sanitario está peor pero no porque se hagan peor las cosas, sino por la obvia relación con la financiación de la comunidad autónoma", concluyó Morera.

En ello coincidió José Luis Perestelo, del grupo Nacionalista Canario, quien aludió al déficit de financiación por parte del Estado y pidió "un esfuerzo de rigor a la hora de hablar de prestación de servicios", pues que Canarias cuente con trece millones de turistas es "una buena noticia" pero también afecta a una sanidad "que el Estado no compensa adecuadamente". Perestelo elogió asimismo a la consejera de Sanidad porque, dijo, a pesar de contar con 500 millones menos "ha mantenido los puestos de trabajo".