La película 50 sombras de Grey se promociona desde hace meses prácticamente sola en las redes sociales y la Berlinale, que la incluyó ayer en su sección especial, fuera de competición, ni programó una rueda de prensa con sus protagonistas, Jamie Dornan y Dakota Johnson, presentes en la capital alemana para desfilar por la alfombra roja.

Como antes de su proyección, los periodistas acreditados para la cobertura del festival mostraron divididas opiniones ante una película considerada por unos un clásico filme romántico de la factoría Hollywood y por otros una película erótica apta para la mayoría de los públicos. A muchos les sorprendió los apenas once minutos de escenas de sexo y la suavidad de muchas de las imágenes, que, dado los ríos de tinta gastados en torno al filme, se esperaban tal vez más ásperas. La directora Sam Taylor ha optado por contar de forma más o menos clásica una historia de deseo y amor complicado por el abismo que separa a sus protagonistas, evitando planos polémicos o excesivamente explícitos.

No ahorra sin embargo al espectador algunos de los capítulos sadomasoquistas en el "cuarto de juegos" que conquistaron a millones de lectores cuando apareció en las librerías el primer volumen de una trilogía que prácticamente reinventó el género.

Lo hace, no obstante, con más palabras que imágenes en una película de dos horas en la que la primera escena de sexo llega pasado el minuto cuarenta.

Con cien millones de copias vendidas en todo el mundo (seis de ellos en castellano: cuatro millones en España y dos en Latinoamérica) y traducida a más una cincuentena de idiomas, la trilogía de E.L. James abrió una senda de récords que aspira a recorrer también la película. En vísperas del estreno, la cinta lleva vendidas en España más de 137.000 entradas, según la distribuidora, y en el mercado internacional suma 2,75 millones. Dakota Johnson, hija de Don Johnson y Melanie Griffith, asume con 25 años y sin complejos el papel de Anastasia Steele, la estudiante que se ve arrastrada por millonario Christian Grey, interpretado por Jamie Dornan.