El aliado clave de Google en su desafío al actual status quo de los teléfonos inteligentes, mercado que domina el iPhone de Apple, es Toshiba. La firma japonesa fabrica los chips que alimentan al nuevo teléfono modular Project Ara de Google, que permitirá a los usuarios intercambiar pantallas, cámaras y baterías tan fácilmente como desarmar las piezas de un juego de Lego.