Owen descansa junto a su madre, tranquilo, después de haber vivido, con poco menos de dos años, una auténtica pesadilla. Michael Wright, padre del niño secuestrado afirma que ni puede explicar la sensación, la ansiedad, y todo lo que pasa cuando un padre se entera de que le ha sucedido algo a un hijo.

Y es que lo que le ocurrió fue que un hombre corría con él en brazos, estaba siendo secuestrado por un desconocido. Había ido a un parque en Washington junto a sus dos hermanos, de 8 y 10 años, su niñera les había dejado ir solos.

De repente, un hombre se acercó a ellos, cogió al pequeño del cochecito y salió con él huyendo. Una cámara de seguridad grabó ese momento y cómo rápidamente, tras él, aparecen sus dos hermanos, corriendo y gritando.