La Cámara de los Comunes británica aprobó ayer por 367 votos a favor frente a 113 en contra la estandarización de las cajetillas de tabaco, de forma que solo aparezca la marca y se eliminen los eslóganes y elementos promocionales.

Los diputados británicos pudieron votar libremente -sin estar sujetos a disciplina de partido- en este polémico asunto, que había suscitado gran oposición entre algunos conservadores y las empresas tabaqueras.

La normativa se votará el lunes en la Cámara de los Lores y si, como se espera, supera ese trámite, entrará en vigor en el Reino Unido en mayo de 2016.

El portavoz oficial del primer ministro, el conservador David Cameron, dijo que este había "votado a favor".

"Está contento de que las regulaciones hayan sido aprobadas", declaró la fuente.

La aprobación de la medida -que implica que los paquetes de cigarrillos se parecerán unos a otros, con la marca discretamente escrita, y destacarán los efectos perjudiciales del tabaco para la salud- ha sido muy criticada por las empresas del sector.

El director de asuntos corporativos de Philip Morris Limited, James Barge, adelantó que la compañía "buscará compensación" por "el ataque innecesario e irracional a la propiedad privada que denigra productos que el público adulto bien informado decide comprar".

"El Gobierno británico está ignorando puntos legales importantes recogidos en la legislación británica, europea e internacional", advirtió.

El líder adjunto del populista Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Paul Nuttall, dijo que la medida "infringe el principio de la elección personal".

"Además, no va a tener el resultado que quienes la defienden sugieren -sostuvo-. Los paquetes estándar van a llevar a un aumento del contrabando y quién sabe qué sustancias tóxicas podrían meterse dentro, me entran escalofríos de pensarlo".

La directora de la organización no gubernamental Acción contra el tabaco y para la salud (Ash), Deborah Arnott, felicitó por su parte al Gobierno y a los diputados "por resistir las tácticas de acoso y desinformación de la industria tabaquera" e introducir "la reforma de salud pública más importante de esta legislatura".

La Fundación Británica del Corazón describió la medida como "una destacada victoria que salvará cientos de vidas".

Australia se convirtió en 2011 en el primer país del mundo en introducir la homogeneización de los productos de tabaco -también con una gran oposición del sector tabaquero-, mientras que Irlanda aprobó el año pasado legislación al respecto, que entrará en vigor en 2017.