El papa Francisco encomió ayerla figura del misionero español Junípero Serra, que será canonizado el próximo 24 de septiembre y al que consideró "uno de los padres fundadores de Estados Unidos".

En una misa celebrada en el Pontificio Colegio Norteamericano de Roma, que celebró ayer sábado una jornada de reflexión sobre el beato, el pontífice subrayó tres aspectos de su vida: su impulso misionero, su devoción mariana y su testimonio de santidad.

"Estos discípulos misioneros (...) se han proyectado hacia todas las periferias geográficas, sociales y existenciales, para dar testimonio a la caridad, ¡nos desafían!", apuntó. Y se preguntó si en la actualidad son "capaces de responder con la misma generosidad y con el mismo coraje a la llamada de Dios". En segundo lugar recordó su vocación mariana ya que Junípero Serra consagró su vida a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona del continente americano y a quien se encomendó para pedir "la gracia de abrir el corazón de los colonizadores y los indígenas". Por último destacó el "testimonio de santidad" de Fray Junípero, por lo que subirá a los altares como santo el próximo 23 de septiembre tras su canonización, que será presidida por el papa Francisco en Washington.

"Contemplamos el testimonio de santidad de Fray Junípero -uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, santo de la catolicidad y especial protector de los hispanos del país-, para que todo el pueblo americano descubra la propia dignidad", añadió.