Los científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) denunciaron ayer que el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el centro estatal que dirige la vigilancia volcánica del Archipiélago, ha ocultado información relevante sobre la actividad sísmica que se está produciendo en Tenerife a la comunidad científica canaria y la población. En concreto, según Involcan, el IGN escondió una crisis sísmica con más de un millar de terremotos en 2010 y datos precisos sobre tres enjambres registrados desde el verano pasado en Tenerife: uno alrededor de Vilaflor en el mes de junio, otro alrededor del cráter submarino entre la Isla y Gran Canaria en enero y el último, el pasado martes en el Valle de Güímar.

Según anunció ayer el Involcan, en un comunicado colgado en las redes sociales, esta opacidad le ha llevado a tomar la decisión de abandonar el comité científico del Plan de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca). "El motivo de tal decisión es la gravedad que supone la ocultación de datos relacionados con el programa de vigilancia volcánica en Canarias por parte del IGN, organismo público dependiente del Ministerio de Fomento y que en la actualidad tiene competencias en materia de vigilancia volcánica en España desde el año 2004 a través de un Real Decreto no consensuado con Canarias", matiza el Involcan en el mencionado comunicado.

Este comité está formado por los institutos científicos y universidades locales, nacionales e internacionales que evalúan las señales que emiten los movimientos de magma bajo el Archipiélago. Trasladan sus conclusiones a las autoridades para que éstas determinen las medidas a adoptar en caso de riesgo.

Diferencias Canarias-Estado

El control del peligro sísmico y volcánico en Canarias ha generado desavenencias entre las administraciones nacionales e isleñas, sobre todo a partir de la crisis del año 2004 en Tenerife. Era la primera vez que saltaban las alarmas en tres décadas por la proliferación de pequeños terremotos alrededor del Teide. Si bien el riesgo de erupción se consideró bajo, se produjeron discrepancias entre algunos vulcanólogos respecto a la percepción del riesgo y la gestión de la crisis.

Los vacíos en los planes de control, posiblemente porque hasta ese momento no se había visualizado el peligro de una erupción aunque ésta fuese una opción real, se intentaron resolver en parte con el mencionado decreto estatal de ese mismo 2004, en el que se nombró al IGN como principal responsable de la vigilancia y suministro de datos. Pero el Estado también se comprometió a trabajar conjuntamente con Canarias. Se decidió que fuera el Pevolca, en el que participan las autoridades nacionales y locales con competencias -Estado, Gobierno canario, cabildos, ayuntamientos y Protección Civil-, el que, a tenor de los informes científicos, tomara las decisiones para informar y proteger a la población en base a unos protocolos.

Decisión sin consenso

Pero, tal como subraya el Involcan en la nota, ese decreto "no fue consensuado" con las administraciones y las entidades científicas de las Islas. "Ante esa decisión no consensuada con Canarias nace la decisión unánime del Senado (2005) de impulsar la creación y puesta en marcha del Instituto Volcanológico de Canarias como una apuesta conjunta de todos los recursos humanos y técnicos existentes en España para mejorar la gestión del riesgo volcánico. Se sumaron posteriormente la decisiones unánimes del Parlamento de Canarias (2006), Federación Canaria de Municipios (2008), Congresos de los Diputados (2009) y Federación Canaria de Islas (2014) instando a todas las administraciones públicas (Estado, Comunidad Autónoma de Canarias y cabildos) a implicarse con el Involcan, pero hasta la fecha sólo el Cabildo tinerfeño se ha comprometido con esta decisión unánime de las cámaras legislativas".

De ahí que el ITER (Instituto de Energías Renovables de Tenerife), dependiente del Cabildo, se haya quedado prácticamente como la principal entidad que impulsa el Involcan, a través del equipo que dirige el vulcanólogo Nemesio Pérez. Pero también participan expertos de las universidades canarias y varias españolas y extranjeras.

Los problemas se desataron durante la reunión urgente del comité científico convocada el pasado martes por la tarde por la dirección del Pevolca, unas horas después de que se detectara un conjunto de terremotos de baja intensidad en el Valle de Güímar. "La primera sorpresa de los científicos del Involcan fue ver que el IGN no aportaba al comité científico información alguna sobre su programa geoquímico para la vigilancia volcánica en Tenerife y que, para mayor abundamiento, se limitara a informar que no se había registrado nada de interés sin aportar ningún tipo de documentación objetiva evaluable", señala el comunicado del Instituto Volcanológico de Canarias.

La red sísmica nacional registró ese mismo día un enjambre de alrededor de una treintena de eventos sísmicos, de los cuales 14 fueron localizados en el Valle de Güímar. Se da la circunstancia de que la estación geoquímica del Involcan más cercana a la localización de este enjambre fue robada en diciembre de 2013. Por lo tanto, el Instituto no podía proporcionar información sobre su registro dado que la misma no ha sido repuesta. De ahí la importancia de que el IGN completara la información, situación que según el Involcan no se produjo.

La segunda sorpresa

Pero hubo más divergencias: "La segunda sorpresa, mucho más grave, se ha conocido dos días después de la referida reunión y consiste en que el IGN ha ocultado información sobre el actividad sísmica registrada en Tenerife durante los últimos años a miembros del comité científico". En concreto, según el Instituto, "el catalogo público de eventos sísmicos localizados en Tenerife y sus alrededores durante el año 2010 indica que fueron 60 pero, al parecer, en realidad los localizados por el IGN ese año fueron 1.176". "Esta ocultación de información es muy grave, no refleja claramente el servicio público al que esta obligado el IGN por ley y pone en riesgo el trabajo de asesoramiento que los científicos del Involcan deben realizar en el seno del comité científico como miembros del mismo para el Comité de Dirección del Pevolca", precisa el comunicado.

La nota del Instituto Volcanológico concluye con una advertencia: "Esta flagrante ocultación de datos públicos a la sociedad canaria y a los científicos del Involcan puede tener consecuencias jurídicas no deseadas por responsabilidades derivadas de un incorrecto asesoramiento basado en la información sesgada proporcionada únicamente por la web del IGN. Ante esta situación, los científicos del Involcan han tomado la decisión de no continuar participando en las reuniones del comité científico del Pevolca hasta que no se corrijan y depuren las responsabilidades relacionadas con estas graves anomalías que afectan a un servicio público destinado a garantizar la seguridad de las personas que residen en estas Islas.