El 4 de junio se celebra Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, una fecha cuyo objetivo es "reconocer el dolor que sufren los niños en todo el mundo que son víctimas de maltratos físicos, mentales y emocionales" y recordar el compromiso de las Naciones Unidas de proteger los derechos de los menores.

Pero no sólo las Naciones Unidas como institución deben proteger a los niños, también las personas que, cuando vean una actuación que de alguna forma haga daño a los pequeños, hagan lo posible para evitarla. En ocasiones una persona se puede encontrar con dudas del tipo "estoy seguro de que este niño está siendo maltratado, pero quién soy yo para meterme" o "creo que este niño es víctima de malos tratos, pero no estoy seguro", ¿qué hacer entonces?

Desde la Policía Nacional aseguran a Europa Press que lo que hay que hacer es notificarlo --llamando al 091-- o poner una denuncia formal, pues después serán los agentes los que investiguen para determinar si realmente hay malos tratos. "La notificación de la sospecha es el elemento clave para la activación de los recursos que pueden garantizar, tras la evaluación de las evidencias, la integridad del niño y su atención", aseguran desde la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (Fapmi).

Por lo tanto, si se ve a un niño que crees que está siendo maltratado en ese mismo momento, lo mejor es que se llame enseguida al 091 para que una patrulla se persone en el lugar de los hechos y estudie la situación. En esta ocasión no estarás denunciando sino dando la voz de alarma.

En el caso de que creas que se trata de maltrato continuado que no está pasando en el momento o hayas decidido denunciarlo después de que hayan ocurrido los hechos, se puede ir a una comisaría de policía a hacer la pertinente denuncia.

Para denunciar no es obligatorio dar los datos personales, aunque siempre es mejor hacerlo ya que en el proceso de la investigación los agentes podrán contactar para que se aporte más información o, incluso, se podría actuar como testigo, algo que no ocurriría si no das tus datos.

El maltrato infantil es algo complejo pues, como ocurre con la mayoría de los problemas sociales, tiene más de una causa y formas de manifestarse, tal y como se explica en el Protocolo de actuación en casos de maltrato infantil del Observatorio de la Infancia, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

En general, existen cuatro tipos de maltrato infantil, definidos de la siguiente manera por la Fapmi:

- Maltrato físico: acto no accidental que provoca lesiones físicas al niño, lesiones o riesgo de padecerlas.

- Maltrato emocional: acciones --principalmente actitudes y palabras-- que provocan o pueden provocar daños psicológicos. Por ejemplo, rechazarles, ignorarles, aterrorizarles, no atender sus necesidades afectivas y de cariño.

- Abuso sexual: incluye conductas físicas (como violación o prostitución), pero también aquellas sin contacto físico (pornografía infantil o exhibicionismo ante niños) y cuando no se protege al niño de estos actos.

- Negligencia: se da cuando no se atienden las necesidades del niño y cuando se incumples los deberes de guarda, cuidado y protección. Por ejemplo, no atender su estado de salud, de higiene o de alimentación.

Estos maltratos se pueden dar en el seno de la familia (maltrato familiar) y fuera de ella (extrafamiliar), pero el maltrato también puede ser ejercido por las instituciones al no garantizar una atención adecuada a los niños (maltrato institucional) o por las propias sociedades si se da un conjunto de factores que impiden la protección y atención al niño (maltrato social).

Pero también hay casos de maltrato prenatal, que es aquel que se produce dentro del seno de la madre si ésta no cumple con sus deberes de embarazada: cuando tiene una alimentación deficiente, trabaja en exceso o toma drogas o alcohol en demasía, por ejemplo.

Estas actuaciones "pueden repercutir eVíctin el futuro desarrollo del bebé", según explica a europapress.es el doctor Jesús García, presidente de la Asociación Madrileña para la Prevención de los Malos Tratos a la Infancia (Apimm) y de la Asociación Española de Pediatría Social (SEPS), quien indica que en estos casos se trataría de una clase de maltrato por negligencia y que puede dar lugar al síndrome de alcohólico fetal (por madres alcohólicas) o el de abstinencia neonatal (por tomar drogas), entre otros.