La Dirección General de Salud Pública modificará temporalmente el calendario de vacunación infantil por falta de suministro de la vacuna de la tosferina, el tétanos y la difteria. Debido a esto, se retrasará la dosis de refuerzo que se administraba a los niños a los seis años.

El jefe del Servicio de Epidemiología y Prevención del Servicio Canario de Salud, Domingo Nuñez, afirmó ayer que se trata de una medida que no debe generar ningún tipo de la alarma. Nuñez explicó que los niños de esa edad, que hayan seguido el calendario de vacunación, están completamente protegidos ante estas tres enfermedades. "A esa edad, los menores ya han sido vacunados a los dos, cuatro y seis meses y esta última dosis es simplemente un refuerzo", señaló.

Además, el jefe de Epidemiología justificó la decisión, ya que se debe priorirzar la vacunación de grupos de riesgo, como las embarazadas. "Hasta los dos meses, los bebés no reciben ninguna dosis, por lo tanto es necesario vacunar a sus madres para que ellos nazcan con anticuerpos, ya que a edades tan tempranas la enfermedad puede ser muy grave", explicó.

Esta medida que se inició a principios de mes se mantendrá hasta que las dos compañías que fabrican las vacunas restablezcan el suministro. "Por lo tanto, los menores que no sean vacunados ahora serán repescados y se les administrará el refuerzo cuando la situación se normalice", sostuvo.

Esta circunstancia no es exclusiva de Canarias. El pediatra y miembro del Comité Asesor de Vacunas, Luis Ortigosa, apuntó que se trata de un problema mundial y que todas las comunidades españolas han tomado es-ta decisión.

Ortigosa lamentó que el anuncio de este cambio en el calendario de vacunación haya coincidido con el caso de contagio de difteria de un menor no vacunado en Olot. "Ha sido una casualidad, pero no existe ningún motivo para que los padres se alarmen, por-que lo niños a esa edad están perfectamente inmunizados", expresó este especialista. Además, resaltó la importancia de que los padres sigan el calendario de vacunación propuesto.

Este anuncio coincide con un momento especialmente sensi-ble con respecto a la necesidad de vacunación, pues el reciente contagio de difteria por parte de un niño en Olot que no había sido vacunado por sus padres ha abierto un agudo debate en la sociedad española.

La existencia de grupos antivacunas y la posibilidad de que la vacunación sea obligatoria son dos de las cuestiones que más han polarizado la opinión pública. Una vez se ha conocido que otros ocho compañeros del menor tenían el virus pero no habían desarrollado la enfermedad al haber sido convenientemente vacunados, se ha discutido si esta medida preventiva es realmente eficaz al 100% y por tanto, debería ser de obligatorio cumplimiento para todos los padres. Frente a esta opinión, se sitúan los que ponen en tela de juicio esta supuesta eficacia completa y por contra destacan los efectos adversos que estas medidas pueden presentar.

En este estado de cosas, los responsables sanitarios del retraso de algunas canarias han querido tranquilizar a todos aquellos que puedan alarmarse.