Considerado por muchos el rey de la baraja, el popular mago madrileño Juan Tamariz lleva toda su vida dedicado a hacer disfrutar a los espectadores con sus trucos de ilusionismo con los naipes, a los que siempre consigue arrancar una sonrisa con su peculiar sentido del humor. Cree que la magia puede servir para animar a la gente que atraviesa momentos difíciles y afrontar los problemas "con más capacidad de lucha, de ilusión y ganas".
¿Con qué disposición debe acudir el público a un espectáculo de magia?
Que venga como quiera, pero lo que le vamos a presentar es un menú de ilusión, juego, alegría, misterio y mucho encanto.
¿En qué momento le hubiera gustado decir "magia potagia" fuera del arte?
Me gustaría decir "magia potagia" y hacer desaparecer las políticas anticulturales que practican para hundir la cultura.
¿Y qué truco le haría a Mariano Rajoy?
Ese. Le diría: "Aquí está el IVA cultural y ahora ya no está".
Aprendió con una caja de magia cuando tenía seis años y hasta ahora. ¿Qué le enamoró de la magia?
No lo sé. No me acuerdo, pero a los cuatro o cinco años pedía a mis padres que me llevaran a ver espectáculos de magia.
¿Cuál es el compañero inseparable de un mago?
En mi caso, la baraja.
Existen multitud de barajas. ¿Tiene alguna preferencia?
No. Las compro en las tiendas normales pero luego estoy con ellas jugando durante un buen rato para que me conozcan.
¿La baraja es el lenguaje de su imaginación?
¡Sí! Es una manera de transmitir sentimientos, emociones, misterio y simbolismo mágico a través de un objeto tan maravilloso como es la baraja.
Están preparando un documental sobre su persona. ¿Ya hay fecha?
Hay una productora en Canadá que estaba rodando un documental, pero ahora se ha parado debido a la salud del productor. En España también hacemos uno. Estamos acabándolo y supongo que dentro de poquito saldrá a la luz.
La gente necesita magia. ¿Se precisa ilusión en tiempos de crisis?
Yo creo que sí. Viene muy bien. Es una medicina no para disimular los problemas, sino para atacarlos con más capacidad de lucha, de ilusión y con ganas.
¿A quién haría desaparecer con un truco de magia?
Hombre, no haría desaparecer, pero sí mandaría a las islas más lejanas durante un tiempo a los responsables de esta crisis.
¿España puede presumir de buenos magos?
En España hay muy buenos magos. En el congreso internacional que se acaba de celebrar en Italia y que ha reunido a 3.000 magos de todo el mundo, los españoles han hecho un gran papel. Pero yo creo poco en las fronteras. Actualmente vivimos un momento en que la magia tiene mucho encanto.
¿Cuál es el secreto de ese encanto?
No lo sé. Cuando empecé, se tomaban la magia como un reto para ver si se adivinaba el secreto. En cambio, ahora se entiende como un arte. Nadie va al cine pensando en cómo se ha rodado tal escena, van a ver la película y ya está.
¿La pregunta que más le han repetido es cómo lo ha hecho?
Antes sí, ahora ya no. Si propongo explicar cómo lo he hecho, saltan y me dicen que no lo haga.
¿La magia es el arte que saca el niño que uno lleva dentro?
Eso creo. En algunas personas adultas de ceño fruncido, busco a ver si de repente aparece un bebé.
¿Qué truco no puede faltar para que tenga un verano mágico?
No les llamo trucos. Me gusta llamarlos juegos, es más lúdico. No puede faltar cualquiera en que las cartas se muevan solas.
¿A qué mago admira?
A muchísimos. En tiempos pasados admiré a mi maestro José Frakson. Me enseñó que la magia es un arte de amor, hay que amar a quienes se les hace magia. Si uno hace magia solo para que le admiren y le aplaudan, lo único que consigue es que su ego crezca hasta que un día explota. Lo principal es compartir la belleza del arte y la pasión.
