La cantante británica ha perdido más de 30 kilos tras seguir una estricta dieta vegetariana, una transformación física que seguramente podrá verse de aquí a noviembre, cuando la estrella de la música tiene previsto presentar su nuevo disco. Adele confirmó este cambio de imagen en una entrevista a la revista People, en la que confirmó que el cambio no es reciente, sino que forma parte de un proceso que inició hace tres años, cuando dejó de fumar y adoptó una dieta vegetariana, como se pudo comprobar en una Vogue de 2012.