La poeta y cantante canaria Trinidad América García Martín, conocida artísticamente como Mery Malde, murió ayer en Las Palmas de Gran Canaria. Nacida en El Refugio, pasó su niñez en Las Canteras. Como primerísima vedette, Mary Malde actuó en los escenarios más importantes de la capital grancanaria a principios de los cincuenta, llenando con éxito el teatro Pérez Galdós, el Cuyás y el teatro de los Hermanos Millares, en el Puerto. En este último se despidió del mundo artístico con la revista Bongó, con el agradecimiento y el cariño que tuvo siempre al lugar donde nació. Mary Malde recibió numerosos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Ondas 1979, concedido por "unanimidad" al programa radiofónico nocturno La Voz de los Poetas, del que Mery Malde formaba parte. Alguien dijo de la poeta canaria que siempre que recitaba parecía que le cantaba a su playa de Las Canteras, pero también que cuando se escucha su verso, es de tal profundidad, que sobrecoge. Es una roca de misterio, amor y fe, dijo alguien.

En el extracto de una entrevista publicada en 1980 a Mery Malde y recogida por miplayadelascanteras.com, la artista recordaba los primeros años de su infancia y sus inicios en los escenarios, siendo una adolescente.

"Yo nací en el nº 12 de El Refugio, y siempre estuve en la playa. Una hermana mía en el cuadril y el otro de la mano. Yo era los pies y las manos de mi madre, porque éramos cinco. Tres hembras y dos varones", recordaba.

En aquella época, aseguraba, "¡todo el mundo sabía nadar! ¡Por subsistencia! Porque íbamos a la Peña, a la Peña del Pastel... íbamos a La Barra... pero como se lo dijeran a mi madre... mi madre levantaba por el remo, porque aquello no era una mano... mi madre tenía unas manos divinas, pero eran así... Mi padre jamás me puso la mano encima. Mi madre era mi padre y mi madre. Allí quien llevaba el peso de todo era ella, que era modista", decía. "Yo vi siempre a mi madre trabajar en la casa. Tenía a los padres con ella, pero no decía nunca 'tengo a mis padres conmigo', sino 'yo vivo con mis padres', porque si se lo oye mi abuela, mi madre escupe los dientes", decía con humor.

A los 16 o 17 años decide ser artista. "¡Fui artista desde chica! Me subía mi padre sobre la mesa de un restaurante que se llamaba El Rayo, y allí cantaba tangos, fados, lo que me echaran. El teatro fue después. Yo cantaba, bailaba, recitaba, era todo en uno. Mi madre me decía que era aprovechable", concluía la artista.

La capilla ardiente de Mery Malde se encuentra instalada en el tanatorio de San Miguel (Las Torres). El funeral será el viernes a las 19.00 horas en la parroquia del Cristo, en Guanarteme.