El rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Antonio Martinón, planteó ayer al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, impulsar un gran acuerdo que englobe a educación y empleo, para intentar afrontar el problema del paro en el Archipiélago. En el que fue su primer discurso de apertura del curso, sugirió trabajar desde todos los sectores educativos para paliar el desempleo en las Islas y negó que "la universidad sea una fábrica de parados".

Martinón quiso realzar en su discurso el papel de la universidad en la sociedad y desmintió que haya demasiados universitarios en España. "Casi el 60% de los empleos que se van a crear hasta el año 2025 van a requerir formación universitaria y si no la ofrecemos nosotros, la darán otros", le recriminó a Clavijo.

Apeló también al compromiso con la educación que suscribieron la mayor parte de partidos durante la época electoral, para demandar que en las próximas semanas las dos universidades canarias puedan alcanzar un acuerdo estable de financiación con el Gobierno de Canarias, una afirmación que se llevó los aplausos de los asistentes al acto de apertura del curso 2015/2016. Sin embargo, al mismo tiempo advirtió que "no pueden esperarse efectos inmediatos al aumentos los recursos económicos que se destinen a la educación", pero sí la mejora de la formación de la ciudadanía.

El rector de la institución académica destacó que se debe dejar de desprestigiar a lo público y quiso afirmar que "vale la pena realizar el esfuerzo colectivo e individual en la formación universitaria".

Por este motivo, criticó durante su discurso la subida de tasas universitarias, que durante los últimos años han dificultado el acceso a los estudios universitarios a gran parte de la población afectada por la crisis económica. "Las tasas tan altas que tenemos están haciendo mucho daño al país", apuntó Martinón.

El rector de la ULL habló también de la importancia que tendrá la investigación en el avance de la recuperación económica. Sin embargo, destacó que esa investigación universitaria "no siempre puede estar asociada con las aplicaciones inmediatas". De la misma manera, criticó la tensión política que se ejerce sobre la aplicación tecnológica de cada céntimo que se destina a la investigación y alegó que este cerco "estrecha los ámbitos del conocimiento y pone barreras a la curiosidad científica".

Martinón quiso también tender la mano al Ayuntamiento de La Laguna, con el que la universidad ha tenido varios desencuentros a causa de la deuda del IBI y por la cesión del colegio Aneja para ampliar la antigua Facultad de Educación. El rector expresó que la institución tiene mucha confianza en que La Laguna quiera volver a ser una ciudad universitaria, "que ve en su universidad un elemento central de la vida ciudadana".

El discurso del rector puso fin al acto de apertura del nuevo curso, que contó también con una lección inaugural a cargo del catedrático del Área de Producción Vegetal del Departamento de Ingeniería Agraria, Náutica, Civil y Marítima, Eduardo Sobrino. La lección versó sobre las aportaciones de la Ingeniería Agronómica para hacer frente al problema del hambre en el siglo XXI.

Durante el acto, la secretaria general de la ULL dio lectura a la Memoria Académica del curso 2014/2015, en la que destacó que el año pasado se impartieron 50 títulos de grado, 28 licenciaturas en extinción, 46 máster y 27 títulos propios. La secretaria destacó que a pesar de las dificultades económicas, la ULL ofreció formación a más de 22.000 estudiantes y ha contado con una plantilla de 1.606 docentes y 817 trabajadores de administración y servicios.

Tras las palabras del rector de la ULL, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, inauguró el curso académico de forma oficial.