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La enfermedad más devastadora

En el siglo XVIII, la viruela se cobró una décima parte de la población europea y arrasó poblaciones enteras en América

La viruela causaba verdaderos estragos entre la población mundial antes de la aparición de la vacuna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que hoy en día esta enfermedad está erradicada, en parte, gracias a la labor de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna con la que se inmunizó en el Nuevo Mundo a cientos de miles de personas, en su mayoría, niños.

La viruela está considerada como la enfermedad infecciosa que más ha influido en la historia de la humanidad. En el siglo XVI se convirtió en endémica en Europa desde donde se dirigió a América, produciendo una gran mortalidad entre los indígenas. Se calcula que en el siglo XVII fallecieron más de 60 millones de europeos por esta causa y en el siglo XVIII se cobró una décima parte de la población.

La enfermedad llegó con los conquistadores al territorio americano arrasando poblaciones enteras, aunque varios estudios señalan como principal factor para su arraigo en América la trata de esclavos procedentes de África, donde la incidencia era muy elevada.

A finales del siglo XVIII, la humanidad se encontraba indefensa contra una enfermedad de la que prácticamente nadie se libraba y alcanzaba una mortalidad media del 30%. Se transmitía con un contacto directo y prolongado cara a cara y también con fluidos corporales infectados o con objetos contaminados, como sábanas o ropa.

En el año 1796 el médico rural Edward Jenner se dio cuenta de que los ganaderos se infectaban de una especie de viruela de vaca, una variante leve de la humana, contra la que quedaban inmunizados. A raíz de este hallazgo, decidió inocular en el brazo a un niño de ocho años que mostró síntomas de la infección de viruela vacuna, pero mucho más leve y no murió. Nacía así la primera vacuna de la historia.

Cinco años después de que Jenner publicara su descubrimiento, Carlos IV financiaba la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna que partía rumbo a América, desde donde llegaban terribles noticas sobre las consecuencias de la enfermedad sobre la población.

"Fue el primer programa de vacunación en masa de la historia y no existe una misión filantrópica de una magnitud comparable. Esta expedición fue un bello ejemplo de lo que la ciencia y el espíritu aventurero podían hacer por la humanidad", sostiene Amós García, presidente de la Asociación Española de Vacunología.

"Si América vio mermada la letal influencia de la viruela un siglo y medio antes de que fuese totalmente erradicada de la faz de la tierra, en gran parte fue gracias a la labor de Francisco Javier Balmis y José Salvany", añade el especialista.

Esta fundamental labor no ha sido suficientemente reconocida, según el presidente de la Asociación Española de Vacunología. "José Salvany tenía claro que la salud no tiene fronteras. La expedición dio muy buenos resultados y fue un elemento fundamental para controlar la enfermedad vacunando a todos los que no la habían pasado", apuntó.

A mediados del siglo pasado erradicar la viruela se convirtió en el principal objetivo de la OMS. En el año 1950 se logró acabar con la enfermedad en el continente americano. Y en octubre de 1977 se dio a conocer el último caso de viruela contraída de manera natural en Somalia en un hombre de 23 años.

A partir de esa fecha, oficialmente sólo se conservan dos muestras del virus en los dos laboratorios tecnológicamente más avanzados del mundo, una en los Estados Unidos y la otra en la antigua Unión Soviética.

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