La Provincia - Diario de Las Palmas

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Salud

La carne, mejor en pequeñas dosis

La OMS vincula la ingesta de carne roja y sus derivados con el riesgo de sufrir cáncer - Los expertos precisan que el consumo debe ser elevado y continuado para ser dañino

Juan Luis Milán, dueño de la Carnicería Sheila de Telde, ayer. SANTI BLANCO

Diversos estudios relacionan desde hace más de tres lustros la ingesta elevada de carne con el desarrollo de ciertos tumores. La acumulación de evidencias sobre esta vinculación ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a advertir esta semana sobre el riesgo de padecer cáncer que conlleva comer carne roja y sus derivados, en especial, en el caso de cáncer colorrectal.

"Esta vinculación ya se conocía. Ahora tenemos que aprovechar la alerta de la OMS para concienciar a la población sobre el exceso de grasas y sobre la forma de cocción porque tostar mucho la carne es malísimo. En general, hay que comer menos y comer más sano. Por ejemplo, comer más pescado, que no tiene por qué ser caro, hay pescados baratos que son muy buenos", indicó ayer el bioquímico Nicolás Díaz- Chico, presidente del Instituto Canario de Investigación del Cáncer.

La OMS concluye que la carne procesada, es decir, cualquier producto cárnico que haya pasado previamente un proceso industrial, es carcinógena para el ser humano. Tras analizar varios centenares de estudios previos sobre este tema, la OMS ha llegado a la conclusión de que existe una evidencia suficiente para incluir estos alimentos en la categoría número 1 de sustancias causantes de cáncer.

Esto significa que la carne procesada se sitúa en el mismo grupo que el tabaco, el amianto o la contaminación ambiental. Sin embargo, es importante aclarar que el riesgo de padecer cáncer por comer carne procesada es bajo y en absoluto comparable con el riesgo de un fumador de padecer cáncer de pulmón. El hecho de que se encuentren en el mismo grupo no quiere decir que sean igual de dañinos, sino que en ambos casos la OMS considera probada la relación entre su consumo y el mayor riesgo de llegar a padecer cáncer.

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, manifiesta que en el caso específico de la carne roja (que carece de proceso industrial) los estudios analizados no son tan concluyentes. Sí señala una evidencia limitada entre su ingesta y la aparición de tumores, principalmente de colon, así como de páncreas y próstata, por lo que, en este caso, se clasifica en el grupo 2A, junto a algunos herbicidas.

"Esto no quiere decir que no debamos comer carne, sino que una ingesta elevada y continuada de carne roja aumenta el riesgo de padecer un cáncer de colon, lo que no significa que vayas a desarrollarlo seguro", puntualizó ayer la médico Teresa Barata, la coordinadora del Programa de Diagnóstico Precoz de Cáncer de Colon y Recto en la provincia de Las Palmas.

Barata subrayó que desde hace años se advierte a la población con las campañas de prevención que la carne roja aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal, pero en esta aparición no influye exclusivamente la ingesta de este alimento, sino también otros factores, como la falta de ejercicio, la obesidad de tipo abdominal, el consumo de tabaco y el de alcohol.

"La cuestión es que ahora ha salido el tema de la carne roja y ha llamado mucho la atención, pero no es algo nuevo. Nosotros llevamos tiempo hablando de disminuir la ingesta de carne roja y seguir una dieta mediterránea", recalcó Barata, médico de Atención Primaria, que aclaró que en España no hay tanta incidencia en el consumo de carne roja y sus derivados, como en los países del norte de Europa y Estados Unidos.

La recomendación de la OMS no es nueva, el Código Europeo contra el Cáncer recoge desde hace varios años la indicación de limitar las carnes rojas y procesadas, como también evitar fumar y hacer ejercicio físico todos los días.

En general, los especialistas consultados por este periódico insisten en que comer carne roja en cantidades moderadas (una o dos veces por semana) no conlleva ningún problema para la salud, aunque aconsejan tener especial cuidado en los productos procesados, como salchichas, beicon, hamburguesas, embutidos y carne en lata, entre otros.

"No es lo mismo comer un excelente jamón de bellota que un chorizo hecho con la peor calidad y asado en una parrilla. No se pude generalizar", apuntó Díaz - Chico, catedrático de Fisiología de la ULPGC.

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